Primeros cambios en la F1 «post-Bernie», aunque la decisión se tomó la semana pasada, se modifica el reglamento en cuanto toques entre pilotos
Si todo sale como pinta, 2017 puede ser un gran año: coches más monstruosos, más gasolina, desarrollo libre de las unidades de potencia (bye bye tokens), nuevos neumáticos (Mario Isola afirma que las Pirelli no sufrirán las bruscas caídas de rendimiento de años anteriores)… y para aliñar la mezcla, modificación del artículo 38.2 A. ¿Qué significa?, os lo contamos.
El tema es el siguiente. Venimos de una F1 muy descafeinada. Eso no es nada nuevo, lo digo y muchos me daréis la razón, otros no. Los cambios en la era híbrida han sido maravillosos a nivel técnico pero, parafraseando a Kevin Magnussen, los pilotos no pueden estar pendientes de tanta gestión y ahorro de neumáticos y combustible, por ejemplo. Para colmo, en el momento que algún piloto quería atacar y en alguna curva fallaba a la hora de sujetar estos monstruos de más de 900 caballos, sin controlo de tracción, y con una entrega de potencia brutal, más le valía no rozar a otro piloto. La piel de los comisarios, o de Charlie Whiting, equipos y de los mismos pilotos… estaba muy fina. Un pelín de polémica y ya había sanciones que daban la vuelta a fines de semana enteros.
Podemos recordar el Gran Premio de México, Vettel sancionado por «conducción potencialmente peligrosa», Verstappen en Spa no lo fue, luego Rosberg sí lo fue en Malasia por su contacto con Kimi Raikkonen… un sin fin de polémicas. Bueno, pues sanciones va a haber, pero la norma ha cambiado, insistimos, el artículo 38.2 A ha sido modificado con el siguiente texto:
«Será a discreción de los comisarios decidir si cualquier piloto involucrado en un incidente debe ser penalizado. A menos que sea claro para los comisarios que un piloto fue culpable total o predominantemente de un incidente, no se impondrá ninguna penalidad».
La Comisión de la F1 y el Consejo Mundial del Deporte Motor pretenden de este modo que los pilotos no «suavicen» en exceso su conducción por miedo a sanciones. Cabría destacar que el problema no era tanto el sanción sí, sanción no. La situación delicada era que maniobras similares eran sancionadas o no, arbitrariamente. Por tanto la idea de modificar la norma nos parece buena, necesitamos volver a que los pilotos puedan apretar sin más preocupación que como adelantar al conductor que le precede, pero en la aplicación estará el «turrón». Los comisarios son personas, como tal, su discreción puede ser bastante ambigua. Esperamos una aplicación razonable, y que los pilotos puedan tener más margen de maniobra y ofrecernos una F1 al nivel que nunca debió perder.
Como curiosidad, al menos a mí me hace pensar en Kimi Raikkonen, se pretende que haya diferentes tiempos de apertura del «pit-lane», media hora antes de la carrera estará abierto y cerrado 10 minutos después, y el himno nacional sonará 14 minutos antes de la salida. Se intenta que no haya ausencias y darle la solemnidad que corresponde, pero de verdad, pienso en Kimi, con cariño.