El desastroso fin de semana para Ferrari en Singapur ha supuesto una enorme inyección de moral para los de Mercedes. En su circuito mas negativo han conseguido un resultado espectacular. Lewis Hamilton ha hecho una reflexión clara:
«No voy a cambiar nada en mi estilo, es evidente que funciona. Sea cual sea mi enfoque no hay motivo para variarlo. He conseguido un punto de equilibrio entre la cautela y el riesgo y de momento funciona, voy a seguir así».
La distancia se ha convertido en más que sustancial entre los dos primeros clasificados del mundial, Sebastian Vettel y Lewis Hamilton (ahora líder destacado). Para Lewis el parón no ha sentado bien en Maranello:
«Antes de vacaciones Ferrari era muy fuerte. En Hungría era otro nivel. Pensamos que en Singapur tanto Red Bull como Ferrari iban a ser rápidos. Salir de la pista que menos nos favorecía con este resultado es algo genial. Estamos muy centrados y vamos a seguir así».
La verdad que este fin de semana ha supuesto un duro golpe para el equipo italiano, del que es más que posible que no tengan margen de maniobra para recuperarse. Nadie esperaba tal debacle, bueno, quizás Lewis que ya avisó: «Max está muy cerca de Seb, puede pasar cualquier cosa». Deseo concedido. Lo que es la desgracia para unos, es la gloria para otros. La exultante forma de Lewis Hamilton se vio favorecida por el incidente en la salida que, en mi opinión, va a suponer el cuarto título del mundo para el piloto británico, que además de sus méritos cuenta con los errores de los demás para obtenerlo.