Hace tiempo, mucho tiempo, que no vemos la firma de una compañía que se dedica a la producción y comercialización del tabaco impresa en algún monoplaza de Fórmula 1, concretamente desde 2007. Pero las tabacaleras han seguido presentes y en menor o mayor medida, son parte del Gran Circo.
Uno de los ejemplos más claros y definitorios de la relación que históricamente mantienen equipos y tabacaleras la encontramos en Ferrari y Marlboro, fiel patrocinador de la escudería hasta las restricciones de 2007. Marlboro es una compañía de cigarrillos perteneciente a Phillip Morris, grandes colaboradores de los de Maranello, ¿de qué manera?
La clave en todo este asunto son los colores de Ferrari. Su rojo y blanco es, prácticamente, el rojo y blanco de Marlboro, pero el nombre de esta compañía no aparece en ningún lado. Aún así, Philip Morris sigue gastando brutales cantidades de dinero para mantener un acuerdo con la escudería más laureada de todos los tiempos. La razón por la que lo sigue haciendo es porque es una publicidad efectiva, nos dirige a todos a épocas pasadas y gloriosas, donde Ferrari y Marlboro era una alianza casi imbatible.
Por todo esto, Ferrari, a través de un comunicado ha confirmado que seguirá colaborando con la compañía norteamericana: «Gracias al acuerdo que anunciamos, Scuderia Ferrari y Philip Morris International continúan una colaboración que ya llega a las cinco décadas de relación», es posible leer en este comunicado.
Esta colaboración será palpable, más que nunca, en el coche, donde sutilmente desaparecerán detalles blancos para tomar una tonalidad casi completamente roja, con pequeños toques de gris que nos recuerdan a la compañía de tabaco.
La Fórmula 1 y el tabaco, pese a las prohibiciones, siguen dados de la mano, y así lo será por mucho tiempo.