El duelo de los duelos, la batalla entre Hamilton y Vettel, Mercedes y Ferrari, que está marcando la pauta en las dos últimas temporadas, el mundial de F1 regresa después del parón veraniego y lo hace a dos de los circuitos míticos del calendario. La Catedral de Spa y el Templo de la velocidad de Monza. Uno tras el otro, en una dupla a toda velocidad.
Probablemente los mejores escenarios para el desarrollo de un campeonato de entre lo más luchados de los últimos años, no obstante el vigente campeón británico, lleva 17 puntos de ventaja sobre el alemán de Ferrari. Todo por decidir todavía, con Lewis capaz de remontar a Sebastián en la clasificación ganando 5 de las ultimas 10 carreras. Pero personalmente, creo que los de Maranello tienen el mejor paquete, y la gran oportunidad de acabar con el dominio Mercedes en la era híbrida. En una temporada difícil para los italianos, con la inesperada muerte de Sergio Marchionne y algunos errores que han perjudicado bastante las prestaciones en las pistas de los monoplazas rojos.
Las colinas de las Ardenas, donde se espera lluvia para el fin de semana número 13 de 2018, en el pasado lejano han sido los lugares de sangrientas batallas militares y en el trazado de Spa de luchas bonitas entre las subidas y bajadas del mejor circuito del Mundial de Fórmula 1. Ferrari tiene el mejor motor, Mercedes traerá las ultima evoluciones de la unidad de potencia alemana, Red Bull, los terceros muy incómodos con la sangría de resultados y las retiradas a repetición, intentará entrometerse en un circuito cuyas curvas rápidas bien podrían adaptarse a los coches de Milton Keynes.
En la Catedral de Bélgica tendremos también la atención puesta en tres pilotos que difícilmente estarán bajos los focos de la carrera: Ricciardo y los dos españoles, Sainz y Alonso. Los tres, protagonistas de esta Silly Season que aún no está acabada, que intercambiarán asientos la próxima temporada y que dejaran el circus, Fernando dixit, a final de año. Los tres, afectados en diferentes aspectos, por el mal rendimiento de los motores Renault que, en el caso de Daniel y Carlos, seguirán manejando en 2019.
Evidentemente Spa y Monza son los peores circuito para la marca gala, donde se pisa el acelerador a fondo por mucho tiempo, y donde seguramente Renault y McLaren van a sufrir; la lluvia podría mezclar las cartas, pero no resolver la falta de potencia de los motores franceses.
Alonso ha ganado en Bélgica en el WEC hace algunos meses, pero es prácticamente imposible que pueda repetirse en una pista donde ha ganado solo una vez en 2010 con Ferrari y que muchas veces se le ha atragantado. Lo mismo para Ricciardo, que todavía podría aprovechar del gran chasis de su monoplaza esperando no pase algo a los caballos transalpinos.
En las pistas donde se imparten la mejores clases de conducción, Vettel y Hamilton con el respaldo muchas veces decisivo de sus compañeros de boxes, vuelven al cole con sus armas bien afiladas para cruzarlas hasta el último respiro, la última vuelta, para lanzar sus cohetes entres los árboles que rodean los dos míticos escenarios de una Formula 1 que carece, y mucho, de estas instalaciones sin tiempo caídas a menudo en el olvido.