Hace un par de días, y debido a todo lo sucedido por la crisis derivada del COVID-19, conocimos de manera oficial que a nueva normativa que debía entrar en vigor a partir de la próxima temporada, quedaba pospuesta hasta 2022.
De esta manera se pretende responder a la petición de los equipos. Ya que solicitaron esta medida para minimizar los problemas financieros y de funcionamiento que les van a suponer todas las modificaciones del calendario. Ademas y como ya ha ocurrido con algunos, se verán obligados a tener que cerrar sus fábricas por un tiempo que aún es indeterminado y dependerá de la situación mundial.
Esto daría a los equipos un respiro sobre el desarrollo de los coches de cara al nuevo año. Y se traduciría en que gran parte de ese desarrollo recaería dentro del tope presupuestario de 2021.
Pero aunque esta decisión, puede parecer buena para todos los equipos, es cierto que a algunos les puede ir mejor que a otros.
Uno de los que a priori podría salir peor parado, es McLaren. Y el principal problema vendría derivado de la intención del equipo británico de cambiar su proveedor de motores para el año próximo. Recordemos que tras su nefasta época con McLaren, los de Woking utilizan propulsores Renault desde 2018. Pero el año pasado decidieron abandonar también a los franceses para pasar a montar motores Mercedes en 2021.
Como es lógico, el encaje del motor Mercedes, al actualmente utilizado por McLaren es diferente. Esto no habría sido un mayor problema, ya que el monoplaza de 2021 debía ser diferente al de este año. Por lo que se hubiera «construido» pensando en el motor alemán. Pero ahora la cosa cambia, y en el caso de seguir adelante con el plan inicial, se debería adaptar el motor de la estrella plateada en un chasis pensado para alojar la UP de Renault.
A pesar de los inconvenientes que esto podría acarrear, parece que en Woking están decididos a seguir adelante con este cambio.
Pero según fuentes consultadas, parece que están supuestas modificaciones serán mínimas. Y que en los trabajos previos al montaje en si dentro del monoplaza, quedaran resueltas. Incluso, se baraja la posibilidad de que si los británicos se vieran obligados a tener que hacer alguna mínima modificación debido al empaquetado diferente de los dos motores, se les permitiría realizarla sin incumplir la normativa.
Hay que pensar que algunos meses antes de que el fabricante tenga la unidad de potencia definitiva que debe ir montada en el monoplaza, remite una maqueta del motor, con un tamaño, medidas, conectores y peso bastante preciso al que será el definitivo. Con todos esos datos, McLaren podría trabajar en adaptar ese motor a su chasis y llegar al inicio de temporada sin muchos problemas.
Por supuesto, todo esto queda supeditado a como marche la situación de la crisis actual.