Vivimos tiempos convulsos para la Fórmula 1, y no, no nos referimos al maldito COVID19 que provoco la cancelación del GP de Australia, de las primeras citas de la temporada y que tanto está afectando nuestras vidas cotidianas.
Nos referimos en este caso, al ya parece que un poco olvidado pacto entre Ferrari y la FIA. Recapitulemos brevemente.
El último día de los test de pretemporada, disputados en el trazado del Circuit de Barcelona-Catalunya, la FIA emitió un «curioso» comunicado. En este comunicado se anunciaba que, tras investigaciones técnicas sobre la unidad de potencia de Ferrari de 2019 debidas a las diversas denuncias (especialmente de Red Bull y Mercedes), la Federación y la Scuderia llegaban a un acuerdo cuyos detalles permanecerían en secreto entre las partes.
En el mismo momento que este comunicado llegaba a nuestras manos, fuimos conscientes de que este asunto no quedaría aquí. Y así fue.
Días después, hasta siete equipos, McLaren, Racing Point, Red Bull, Renault, Alpha Tauri, Williams y Mercedes, (todos los que no tienen ningún vínculo con Ferrari), emitían un comunicado conjunto, en el que solicitaban a la FIA que se hiciera público el acuerdo entre ellos y Ferrari. A la vez que solicitaban, que en el caso de que la unidad de potencia de Maranello fuera ilegal, se le castigará en consecuencia.
Además, aseguraban que se reservan el poder buscar una compensación legal dentro del proceso de la FIA y ante los tribunales competentes.
La FIA actuó rápido, y al día siguiente, era quien contraatacaba con otro comunicado. Asegurando que este tipo de acuerdos eran del todo legales, y que no era la primera vez que se alcanzaban.
Pocos días después, diferentes medios sacaban algo de luz a todo este asunto. Se aseguraba que el equipo Mercedes, cono Toto Wolff a la cabeza, era el líder de esta revuelta. Por lo que parece, la idea de emitir este comunicado conjunto de los siete equipos, vendría de Wolff, el cual incluso habría preparado la carta para que el resto de jefes de equipo la firmaran. Además, toda esta investigación vendría instigada por el mismo. Debido a una supuesta filtración de un trabajador o extrabajador de la Scuderia.
En esta carta, daban un plazo para que la FIA diera una contestación satisfactoria para ello. Este plazo, y según Helmut Marko, terminaba el pasado día 11, aunque todo quedo difuminado por la comentada crisis del coronavirus y la suspensión del GP de Australia y el posterior aplazamiento de las primeras citas del año.
Pero ahora tenemos un nuevo capítulo de toda esta historia. Según pública Motorsport, y tras ser uno de los principales promotores, el equipo Mercedes habría decidido echar el freno y bajarse del carro. Según parece, durante los días previos a la cita de Melbourne, el mismo Wollf habría informado a los otros 6 equipos que no seguirían con el proceso en contra del acuerdo secreto.
Por lo que se apunta, Daimler habría «aconsejado», que no «obligado», a dejar correr todo este asunto, alegando que podrían verse dañadas tanto la imagen de Mercedes como la de la Fórmula 1.
Recordemos que Wolff, ya tuvo que ver como una llamada desde Stuttgart, le hizo desistir de su primera intención de salir a disputar el GP de Australia, a pesar de todo lo ocurrido tras el positivo de un componente del equipo McLaren. Podríamos decir que Wolff, recibió ordenes de equipo
En las ultima horas, hemos conocido que el equipo Red Bull, tenía preparada presentar una protesta formal en Australia sobre el sistema DAS de Mercedes. El sistema que permite a los pilotos del equipo de la estrella plateada ajustar el ángulo de convergencia de las ruedas delanteras a base de empujar o estirar del volante del monoplaza según estén en curva o recta.
En Milton Keynes están convencidos que todo esto es ilegal, y ya sabemos que la única manera de poder reclamar algo así, es durante la disputa de un GP. De ahí a que finalmente esta denuncia no se haya cursado.
¿Tendrá algo que ver esta supuesta denuncia en el paso atrás de Mercedes? ¿Qué pensáis vosotros?
