Daniel Ricciardo ha llegado a la madurez de su carrera deportiva. Forma parte de una generación que ha sabido consolidarse en la Fórmula 1, pero que se ha visto incapaz de ganar un título mundial por las hegemonías vividas con Sebastian Vettel en Red Bull y Lewis Hamilton en Mercedes.
Ese hecho no le ha privado de tener una carrera de Fórmula 1 notable en términos de podios, victorias y altas posiciones en el Campeonato Mundial de pilotos. Cabe recordar que logró dos terceras posiciones finales en 2014 y 2016, llegando a superar a dos astros como Sebastian Vettel y Max Verstappen en Red Bull.
Su talento queda fuera de toda duda. Sin embargo, no ha dudado en ensalzar a muchos de sus rivales con los que debió pelear durante su etapa de adolescente. Uno de ellos fue el malogrado Jules Bianchi, catalogado para muchos expertos como el hermano mayor del prometedor Charles Leclerc.
No se queda corto Daniel en el ensalzamiento al galo. Ambos nacieron en el mismo año, 1989, y eran dos promesas de dos grandes del Gran Circo como pueden ser Ferrari y Red Bull. Además, ambos empezaron en la Fórmula 1 exprimiendo al máximo monoplazas de escasas prestaciones como fueron HRT en el caso del australiano y Marussia por parte de Jules.
@Jules_Bianchi
Este rol adquirió mayor aplauso en el malogrado piloto francés. Solamente compitió en la máxima categoría del automovilismo en 2013 y 2014, pero tenía la capacidad de sacar el máximo partido al monoplaza, incluso llegando a conseguir un 9º puesto en Mónaco.
Daniel considera que aquella heroicidad son algunas gotas de calidad que atesoraba uno de sus principales competidores. Pero añade que no pudieron verse al completo porque nunca apareció con un monoplaza competitivo. Desgraciadamente, su muerte evitó que se pudiera ver al francés vestido de rojo:
«No es que Jules estuviera infravalorado, pero nunca pudimos verle con un monoplaza competitivo. Es posible que la gente no llegara a apreciar lo bueno que iba a ser. Recuerda su actuación en ese Marussia en Mónaco en 2014, los primeros puntos del equipo… Mónaco es como Macao en el sentido de que no hay forma de conseguir un resultado por pura suerte. El mérito fue suyo al 100 %».
«En karting, Jules era ‘El piloto’. Nos conocimos entrenando en Formula Medicine en Italia y todo el mundo, incluso aunque sólo tuviéramos 17 años, le trataba como si ya fuera un piloto de Fórmula 1. Le pude conocer y nos hicimos amigos. Muy rápido descubrí quién era y lo que había hecho antes de que yo hubiese llegado a Europa. Esta parte es la que hace su historia tan triste, porque habría estado en un equipo puntero y habría ganado carreras a día de hoy».
Sin embargo, su legado no iba a quedar en el olvido. No solamente porque ha sido el primer piloto fallecido en una carrera de Fórmula 1 tras el trágico accidente de Ayrton Senna en 1994. También hemos encontrado a un piloto que se asemeja mucho a su personalidad y pilotaje. La persona no es otra que Charles Leclerc. Talento, simpatía y educación son tres palabras que marcan sus señas de identidad.
Daniel Ricciardo ha reconocido con total rotundidad que el monegasco se muestra como la reencarnación de uno de los hermanos mayores que pudo elegir durante sus inicios como piloto. A día de hoy, Charles es una de las esperanzas a las que se aferra Ferrari para volver a saborear la gloria:
«De algún modo, siento que Charles está haciendo ahora lo que Jules estaría haciendo, es como si Charles fuera la versión futura de lo que habría hecho Jules con el éxito que está teniendo».
Además, la deportividad de Ricciardo va más allá de ensalzar públicamente a dos de los mayores diamantes sacados por la Academia de Ferrari. Los españoles tampoco han pasado inadvertidos. El australiano ha recordado sus batallas con Roberto Merhi.
El piloto castellonés forma parte de los pilotos españoles que abandonaron la Fórmula 1 por falta de apoyo empresarial. Pero su talento ha quedado fuera de toda duda en boca de muchos de los pilotos de la actual parrilla a la que se ha enfrentado.
@robertomerhi
El «aussie» recuerda el estilo de sobreviraje del español como una de sus principales virtudes y armas. Siempre creyó que siempre llevarían trayectorias deportivas paralelas. Pero Daniel contó con el apoyo de una gran marca como era Red Bull, mientras que Roberto se vio eclipsado por la falta de un gran sponsor que le permitiera cubrirse las espaldas en un mundo tan impredecible como es el de la Fórmula 1:
«Competí contra él en la Fórmula Renault, en 2007 y luego la Eurocup con Bottas al año siguiente. Éramos dos novatos que competíamos sin el mejor material, por lo que siempre estaba en mi radar, de hecho le sigo considerando mi mayor amenaza. Creía que sería alguien con quien iría subiendo de categorías»
«Aquel estilo suyo de constante sobreviraje le venía genial en aquella fórmula, lo clavaba, era la forma más rápida de llevarlos, pero la gestión de neumáticos no tuvo la misma suerte al ser más frágiles y sensitivos, siempre en el filo».
También ha trasladado su nobleza al equipo de Renault. Aparte del ERTE anunciado por parte de la escudería francesa, la estrella del equipo se ha ofrecido a disminuirse el sueldo de piloto profesional, ayudando al desarrollo de un equipo que vio disminuidas sus prestaciones durante la última temporada.
Esta noticia no pasará inadvertida en las conversaciones sobre su posible renovación con el equipo. Cabe recordar que finaliza contrato a finales de temporada y el jefe de la escudería Renault, Cyril Abiteboul, no descarta ninguna posibilidad, recordando que su academia de pilotos le ampara:
«Eso sería un problema si no lo hubiera visto venir o me hubiera anticipado, por eso estamos negociando y contamos con una academia de pilotos».
