A unos cuantos días de que por fin de comienzo la temporada 2020 de F1, Andreas Seidl, jefe de McLaren, dice estar confiado en los protocolos de seguridad establecidos para el GP de Austria, para evitar el retiro de los equipos como sucedió en el mal logrado GP de Australia.
Recordemos que los de Woking fueron los primeros en retirarse de competir luego de que un miembro del equipo diera positivo por COVID-19. Esto, posteriormente, desencadenó la cancelación del Gran Premio y el atraso de toda la temporada. Un capítulo de los vergonzosos en la Fórmula 1, a mi parecer.
Las estrictas medidas de seguridad tienen el objetivo de evitar la propagación y el contagio del virus que ha azotado a todo el planeta.
En una reducida conferencia de prensa, Seidl le dio el voto de confianza a estos nuevos protocolos:
“Me siento confiado y contento con el plan que ha desarrollado la FIA. Nos proporciona procedimientos claros a seguir durante todo el fin de semana en Austria”.
“La política es clara. Si alguno presentara síntomas, le haríamos un test inmediatamente y a todos los contactos cercanos. Los resultados los tendríamos en dos horas, lo que nos permitirá tomar decisiones rápidas para dar los siguientes pasos”.
“Ahora tenemos un modelo muy claro de aislamiento para todos los equipos entre sí. Llegaremos en grupos, que, además, tendrán otros grupos dentro. Así, si hay algún positivo, nuestra reacción será menos complicada, aunque deberemos aislarlo definitivamente. Pero todos los que no estén infectados deberán seguir adelante”.
En el caso de McLaren, ya están preparados con personal de apoyo en Reino Unido a la espera de cualquier situación, con la facilidad de poder volar a Austria en el momento para suplir el puesto de quien haya tenido que retirarse.
Cabe aclarar que todo el personal ha sido sometido a test regulares durante las últimas semanas. Todos han resultado negativos.
Pero no todo es color de rosa. Seidl sabe que, a pesar de todos los procedimientos y formas, la naturaleza del virus lo hace ser extremadamente contagioso. Aún existe el riesgo de que un piloto se vea obligado a perderse alguna sesión.
“Por supuesto, hay que ser sinceros. El riesgo continúa ahí. Al final es un virus, y como hemos visto, puede propagarse muy rápido. Pero siguiendo todas las medidas impuestas, haciendo todos los test antes de llegar y después durante algunos días, creemos que llegaremos a Austria bien preparados”.
“Estamos conscientes de que en cualquier momento puede pasar que algún miembro desarrolle el virus. Por eso es importante que sigamos con extrema disciplina todos los protocolos de seguridad. Para el bien de todos y de las carreras”.
Este fin de semana formará parte de la historia de la F1. Será el primer deporte mundial que arrancará su temporada, y cualquier precaución nunca estará de más.
El Gran Circo comienza otra vez sus batallas, con un competidor nuevo, y con una completamente diferente realidad.