La segunda carrera de la atípica temporada 2020 hizo su debut de manera histórica, ahora con el GP de Estiria.
Y como no podía ser de otra manera, las cosas no han sido para nada normales. Comenzamos con la tormentosa calificación de ayer, en la que las sorpresas no se hicieron esperar. Nos dimos cuenta de la realidad en los rendimientos de prácticamente todos los pilotos y monoplazas.
En una salida que parecía limpia, Lewis Hamilton se alejaba del pelotón, mientras los Ferrari se enfrascaban en un duelo sin sentido. Charles Leclerc prácticamente se fue de frente contra Sebastian Vettel.
Vettel tuvo que abandonar en esa misma vuelta con alerón trasero roto. Dos vueltas más tarde lo hacía Leclerc con el piso plano destruido.
En Italia no estarán para nada contentos con esta situación.
Max Verstappen de inmediato comenzó los ataques al inglés, pero el coche no ha sido lo suficientemente rápido para poder estar ahí en los momentos clave, quedándose lejos cuando el DRS fue activado en pista.
Carlos Sainz persiguió al Red Bull las primeras vueltas, y de ahí fue perdiendo ritmo hasta no poder retener la posición con Valtteri Bottas.
En la mitad de la parrilla, los duelos entre los Renault y el McLaren de Lando Norris le pusieron el sabor, mientras que los Alpha Tauri conseguían defenderse de los ataques del Racing Pont de Lance Stroll.
El tercer abandono de la carrera ha sido el de Esteban Ocon, con problemas mecánicos, luego de un inicio muy bueno y de poder mantener a su compañero de equipo detrás por algunas vueltas en una pelea totalmente racing.
Los Alfa Romeo no han tenido suerte en el Red Bull Ring, saliendo desde la parte baja no han podido ganar las posiciones que necesitan para mantenerse en la pelea.
Daniel Ricciardo al fin se libró de los problemas y pudo terminar la carrera con buena nota, quedando en P8.
Sergio Pérez, luego de la sucesión de errores y mala suerte del sábado, se confirma como uno de los mejores arrancadores de la F1. Es un título que desde el año pasado ostenta y que hoy demuestra de nuevo con maestría y buenas manos, pasando de P17 a P14 en la primera vuelta.
Las estrategias con los compuestos de los neumáticos le han salido de maravilla tanto a los Mercedes como a los Red Bull. Al final, Max Verstappen, luego de una buena defensa del segundo lugar contra Bottas, no pudo aguantar más al finlandés que venía con mejor ritmo.
El holandés fue llamado a pits para cambiar al compuesto suave tres vueltas antes del final de la carrera para tratar de conseguir la vuelta rápida, pero el tráfico no ayudó en el objetivo.
Carlos Sainz, con un increíble desempeño con las gomas rojas ha bajado el tiempo de manera impresionante, llevándose la el punto de la vuelta rápida.
La nota la lleva el mexicano Checo Pérez, quien fabricó el adelantamiento a Alexander Albon durante varias vueltas, y justo cuando el de Racing Point se metió por dentro, se tocó con el Red Bull. Incidente de carrera al parecer, pero el alerón delantero de Checo quedó colgando a dos vueltas del final.
El mexicano no pudo mantener el ritmo y al final cedió la quinta posición al McLaren de Norris, cortando la diferencia de más de seis segundos en una sola vuelta.
Una buena carrera que termina con el dominio de Mercedes, mientras que los Red Bull no tuvieron el ritmo que se esperaba en el circuito de casa.
Esperemos que esta temporada, con ahora 10 carreras confirmadas oficialmente, siga siendo tan espectacular como hasta ahora.
Hungría nos espera ansiosa pero estricta, en lo que puede ser una más de las carreras épicas que nos obligarán a levantarnos del asiento como en ocasiones anteriores. Nos vemos en una semana.