Nadie en la F1 se esperaba que Ferrari se perdiera en el bosque durante las prácticas libres del viernes en el GP de Bélgica, ni siquiera sus pilotos.
La Scuderia pronosticaba tener un día complicado en Spa Francorchamps a causa de la falta de velocidad mostrada durante toda la temporada. Pero no esperaban estar luchando en la parte baja de la tabla.
Sebastian Vettel sólo ha podido terminar P17, mientras que su compañero de equipo está sólo dos puestos arriba, en P15.
Charles Leclerc quedó 1.6 segundos detrás del líder de la segunda sesión, Max Verstappen, pero además, son más de ocho décimas de distancia del segundo puesto.
Las malas noticias no terminan ahí. Su vuelta más rápida en este 2020 es 1.3 segundos más lenta que la realizada en 2019.
“Sí, es una sorpresa estar tan atrás, sobre todo en la FP2. Intentamos una puesta a punto bastante agresiva en los niveles de carga aerodinámica. Claramente no funcionaron. Regresamos a lo mismo del principio”.
Sobre su primer análisis de la situación, el monegasco puede tener algún paliativo, pero no escapa de la realidad:
“No tenemos el ritmo en este momento. Necesitamos recuperarnos, hay que trabajar muy duro hoy. Pero el fin de semana no espero milagros.
El coche no se siente bien. Es una pena ver a Ferrari en el fondo. Como pilotos, daremos lo mejor de nosotros, como siempre. Tanto Seb como yo es lo que estamos haciendo, intentarlo en el coche”.
Los pronósticos de lluvia, normalmente, son un aliciente para algunos pilotos o para algunas escuderías. Pero para Leclerc, esta posibilidad solo empeoraría todo.:
“Hemos estado batallando con el equilibrio del coche todo el fin de semana. En lluvia, el equilibrio empeora, entonces los problemas que tenemos en seco aumentan en lluvia.
Seguramente será muy difícil correr así si no encontramos alguna solución para los problemas de equilibrio”.
Para el cuatro veces campeón del mundo, las cosas tampoco están mejor. Sobre todo, al terminar dos décimas detrás de Leclerc, pero con la sorpresa de estar detrás del Williams de George Russell:
“Ha sido complicado y difícil conducir el coche hoy. Supongo que eso significa que no estamos donde deberíamos estar.
Ahora estamos buscando las opciones de configuración que funcionen. Intentamos muchas cosas esta tarde. Reiniciamos todo e intentamos nuevamente, probando opciones diferentes”.
Con su tradicional serenidad, Sebastian cree que para la última sesión de prácticas las cosas les irán mejor. Con las predicciones del clima inciertas, el alemán dice afrontarlas cuando se den y como se den:
“Creo que mañana estaremos un poco mejor. Hay mucho trabajo por hacer y necesitamos analizar bien los datos. Sabemos que el coche se puede manejar mejor, así que eso intentaremos hacer.
No sabemos cómo estará el clima, pero lo abordaremos como venga. Con un mejor balance del coche, podremos mejorar. Cuando el clima es incierto, todo puede pasar en la F1”.
Muchos han llamado este día como el Viernes Negro de Ferrari. Veremos si mañana se dan los pasos en la dirección correcta. En Maranello deberían sentirse avergonzados, a menos que ellos sepan algo que nosotros no hayamos visto aún.