Kimi Räikkönen es una de las incógnitas para la temporada que viene. Todavía no tiene definido su futuro en un equipo Alfa Romeo en horas bajas. A día de hoy, ha superado la cuarentena y ya ostenta un título mundial, incentivos idóneos para plantearse la retirada de la competición.
Además, Alfa Romeo se trata de una escudería factible para que los pilotos de la Academia de Jóvenes Pilotos de Ferrari puedan dar sus primeros pasos. Como por ejemplo Antonio Giovinazzi que sigue perfeccionando su talento como profesional, mientras que tenemos a un Mick Schumacher que calienta en Fórmula 2.
Ante esta tesitura, el finés no tiene claro que hará en un futuro. Ha confesado que su actual situación en la parrilla tienta a meditar un retiro profesional. Cabe recordar que los proyectos deportivos más ambiciosos de la parrilla están ocupados por pilotos jóvenes. Sin ir más lejos, la Scuderia Ferrari optó por prescindir de sus servicios para ascender a Charles Leclerc para la temporada 2019.
Otro factor diferencial ha sido su cercanía con su núcleo familiar. La crisis del coronavirus ha obligado a la gente a pasar mayor tiempo con sus familiares, obviando toda carga profesional. Al fin y al cabo, la Fórmula 1 es un deporte que te aleja de tus seres querido debido a los continuos viajes que estás obligado a realizar.
«No lo sé. Primero que nada tengo que decidir qué voy a hacer, y luego veremos. Obviamente ahora mismo, eso es lo primero que debo decidir. Y entonces realmente no veo que cambiaría nada si corro con ellos, o no corro. Como dije, hasta que decida lo que hago, esas cosas no están realmente en mi lista.
Obviamente eso también marca la diferencia, preferiría correr en una buena posición y luchar por los puntos, pero honestamente, eso nunca garantiza que vayas donde vayas en un nuevo año que va a ser bueno o malo. Creo que el panorama general es mucho más importante para mí. Primero viene la familia, y obviamente los niños están creciendo.
Este año he podido estar más en casa, así que es genial, pero creo que eso es lo que realmente decidirá si corro o no. Habrá un punto en el que quiero estar en casa y hacer otras cosas cosas.»
Esta situación del finés tiene puntos en común con su compatriota Mika Hakkinen. Ambos se vieron tentados a colgar el casco debido a sus fuertes vínculos con sus familiares. Por el contrario, Mika venía de ganar dos subcampeonatos y estaba comenzando la treintena. Tenía años por delante de competición, pero el cansancio mental le acabó motivando a dejar la competición.
Curiosamente, Räikkönen acabó ocupando su asiento, recibiendo su primera oportunidad en un equipo aspirante a la victoria. El campeón del año 2007 recordó ese movimiento como fruto de un efecto mariposa, negando todo favor que podría haberse llevado a cabo entre compatriotas.
«Tenía un contrato de tres años de todos modos en Sauber. La gente tal vez lo veía de esa manera, él simplemente se fue por ser un buen tipo y darme el puesto, pero simplemente no funciona así. Y, sinceramente, mi decisión se basa en lo que siento que es correcto para mí, y no tiene nada que ver con si ayuda a alguien o no. Si quieres hacerlo, está bien, pero no es así como tomo mis decisiones.