El fin de semana, en Spa Francorchamps, Ferrari ha tenido uno de los peores momentos deportivos de su historia. Es claro que muchos seguidores del Cavallino Rampante están molestos. Se han dejado escuchar muchas críticas fuertes hacia el director del equipo.
Cuando las cosas van bien en cualquier escudería de Fórmula 1, los honores y buenos comentarios son el pan de cada día. Pero cuando las cosas van mal, las cargas diarias de los días difíciles también son parte del trabajo.
Mattia Binotto ofreció explicaciones sobre lo ocurrido en el GP de Bélgica. La Scuderia se fue sin puntos, pero quizá lo más grave, es que para los dos pilotos fue imposible aspirar a más.
En el vocabulario de Binotto, la palabra crisis no es algo que se quiera pronunciar, pero sabe que existe y, en este momento, es lo que se oye de la gente.
“Creo que haríamos mal en molestarnos al escuchar la palabra crisis. Es un reflejo del momento que estamos atravesando. Claro que el del fin de semana es un resultado muy malo. Vivimos una temporada muy complicada este 2020”.
Aunque parezca increíble, la situación no le resulta tan sorprendente. Recordemos que desde la pretemporada ya se conocía el mal rendimiento general del SF1000.
La directiva ya ha pedido paciencia a los aficionados. El enfoque de toda la alta esfera de Maranello, incluido Binotto, es hacia el futuro.
“Desde las pruebas de invierno lo sabíamos. Luego, con el parón y la imposibilidad de desarrollar el coche, tenemos que construir para el futuro. No estamos en crisis, sino en medio de una tormenta. Ya tenemos nuestra ruta. Debemos mantenernos en ella y seguir mirando hacia el futuro”.
En relación a lo que se vio en el circuito de Spa, Binotto aclara que el resultado del domingo es consecuencia de los problemas del coche que datan del año pasado. Aunque también quedaron exhibidas dos debilidades:
“Spa es un circuito que requiere potencia y eficiencia aerodinámica. De nada sirve esconderse. Ahora nos falta lo uno y lo otro. El resultado de hoy es decepcionante y hay poco más que decir”.
“El año pasado, la potencia del motor cubría parcialmente los límites aerodinámicos del monoplaza. Este año no es así. Los límites del coche están expuestos. En este punto, es claro que tenemos mucho que mejorar”.
Todos hemos escuchado la famosa frase “Lo primero en Ferrari, es Ferrari, nadie más”. Aunque, quizá, los momentos de cambio que se viven en la Scuderia hagan valorar a todo el equipo. Así lo entiende Binotto:
“Todos asumimos la responsabilidad de la situación. Ferrari es Ferrari, pero yo asumo mi responsabilidad como jefe del equipo. Pero también lo hacen todos los que trabajan en Maranello. Todos estamos en el mismo barco. Aunque estemos en medio de la tormenta, todo el equipo estamos muy unidos”.
Al final, el viernes negro de Ferrari quedará en la historia. Pero sabemos que, en la F1, las crisis pueden llevar a la gloria.