Lewis Hamilton ha finalizado 7º el GP de Italia tras complicarse su carrera de repente por una cadena de errores. El británico lideraba sin presión alguna cuando Kevin Magnussen paraba su coche cerca de la entrada de pitlane por problemas mecánicos. Entonces, el Safety Car hacía aparición y el piloto de Mercedes entraba en boxes para cambiar sus neumáticos. Que los pilotos aprovechen coches de seguridad para hacer una parada es algo habitual, pero esta vez había una diferencia: el pitlane estaba cerrado.
Nadie en el equipo avisaba a Hamilton de lo que ocurría y finalmente esto le costaba al piloto británico una sanción de Stop&Go de 10 segundos. Lewis la cumplía tras la reanudación de la carrera después de una bandera roja y caía al final de la parrilla a gran distancia del resto de monoplazas. En ese momento comenzaba su remontada hasta la séptima posición.
Tras la carrera, el de Mercedes ha reconocido que no vio los paneles y que aprenderá de la situación:
“No vi los paneles, así que asumo la responsabilidad. Estaba centrado en seguir el delta del Safety Car en mi pantalla. Es algo de lo que voy a aprender”.
A pesar de que es su peor resultado en lo que va de temporada, Lewis se ha mostrado satisfecho con su remontada. Además, ha visto cómo volvía a sacar puntos a Max Verstappen, uno de sus rivales más directos por el Campeonato, que ha abandonado:
“Acabar séptimo y con la vuelta rápida son buenos puntos, teniendo en cuenta que no pensaba que fuese posible cuando estaba a 26 segundos del último coche. Me ha costado llegar al grupo y seguir a los coches de delante, pero me he divertido”.
“Además, Max Verstappen no ha puntuado, así que la derrota de hoy no es excesivamente grande”.
Toto Wolff, jefe de Mercedes, ha reconocido que lo sucedido en los momentos claves del Gran Premio les pilló de improviso. La confusión en el garaje y el hecho de que Hamilton no viese los paneles desencadenaron el error:
“Ha ocurrido una secuencia de eventos rara que quizás podríamos haber detectado antes. Se tomaron decisiones nada habituales pero que están contempladas en el reglamento”.
“Cuando salió el coche de seguridad, la entrada del pit lane se puso en rojo. Pero no era exactamente rojo, sino dos cruces amarillas en el exterior. Uno de nuestros estrategas gritaba por la radio mientras entrábamos en el pit lane, todo era confuso. No pudimos ver las señales y la secuencia de eventos arruinó la carrera de Lewis. No estoy contento, pero tenemos que aceptarlo”.
El propio Wolff ha explicado además que su atención estaba centrada en la parada más que en las comunicaciones de la FIA, por lo que no pudieron avisar a Hamilton:
“Desde el muro no podemos ver esas cruces amarillas, y si el piloto no las ve, solo podemos saber que el pitlane está cerrado con la página cuatro del sistema de comunicaciones de la FIA. Pero nadie mira esa página cuando sale el Safety Car. El piloto está a punto de parar y todos estamos concentrados en eso”.
“Ha sido mala suerte, y la decisión inusual de cerrar el pitlane”, ha finalizado.