Kimi Räikkönen vuelve a la pista en la que sedujo a Peter Sauber, ex CEO de Sauber hace dos décadas para ganarse un puesto en F1 para la temporada 2001. Su contundencia en el vuelta a vuelta y su firmeza en las curvas cautivó a Sauber, que apostó por un piloto de 21 años que venía de la Fórmula Renault. . Tras haber realizado un debut prometedor, sustituyó a Mika Hakkinen en McLaren.
Inició en aquel año 2002 un periplo dorado de podios y victorias que le llevaron a conseguir dos subcampeonatos del Mundo con McLaren, un título mundial con Ferrari en 2007, una vuelta triunfal a la Fórmula 1 en 2012 con Lotus y otro retorno a Ferrari en 2015 como escudero para acabar volviendo a sus orígenes, actual Alfa Romeo para la temporada 2019.
Ante este palmarés, resulta imposible para el propio «Iceman» no encontrarse con la nostalgia, aunque a su estilo, no deja que esto altere su visión. Kimi Räikkonen rememoró sus primeros contactos con un Fórmula 1, y las innumerables ocasiones que recorrió esta pista, aunque fue claro en decir que esto no le da ninguna ventaja:
«Así es, piloté aquí por primera vez hace veinte años, ¡pero dudo seriamente que me dé una ventaja significativa! Para ser precisos, he participado aquí en carreras de Fórmula Renault y he probado con McLaren y Ferrari, y los eventos de fin de año de Ferrari se han celebrado aquí algunas veces, los llamados Ferrari Days. Pero eso es para la misión actual, no aporta nada, es todo inútil».
«Ese fue un día especial para mí en ese entonces. Todo era nuevo y nada parecido a lo que había hecho antes. Vine directamente de la Fórmula Renault a la Fórmula 1, que fue un gran paso. Fue un día importante, porque con esta prueba comenzaba un nuevo capítulo en mi vida, lo recuerdo con mucho cariño. Cuando lo pienso ahora, esos veinte años han pasado volando, parece una enorme cantidad de tiempo, pero no lo siento en absoluto. He pasado la mitad de mi vida en la Fórmula 1.»
Sin embargo, la nostalgia no permite ganar las décimas y los segundos necesarios para saborear la victoria. O si no que se lo pregunten a Ferrari. Cumplirán 1000 Grandes Premios en Mugello y sin tan siquiera opciones para subir al podio. Alfa Romeo está corriendo la misma suerte.
Cabe recordar que el propio Kimi Räikkönen se encontraba segundo tras la reanudación del pasado Gran Premio de Italia. Pero la falta de prestaciones y la vertiginosa degradación del neumático blando acabaron relegándole hasta la 13º posición.
A pesar de las adversidades, no pierde la sonrisa, y se ve que disfruta los que podrían ser sus últimos momentos en la F1. No debemos olvidar que se encuentra en 19º posición, sin haber sumado ningún punto, siendo la 12º plaza en el pasado Gran Premio de Bélgica su mejor resultado. A día de hoy, los puntos en la zona media están caros, por lo que escuderías como Williams o la propia Alfa Romeo se ven abocadas a carreras rocambolescas para pescar en río revuelto.
“Es una sensación agradable estar de vuelta en esta pista con el mismo equipo después de tanto tiempo. Pero no tendremos mucho tiempo para despotricar sobre los buenos viejos tiempos. Estamos aquí para conseguir un buen resultado en la carrera «.
“La pista es un territorio nuevo para todos los equipos de carreras, lo cual es un punto de partida interesante. Ningún equipo tiene datos en los que confiar. Y los pilotos deben afrontar el difícil recorrido. Hemos avanzado en las últimas carreras, pero no he podido sumar ningún punto, eso tiene que cambiar «.