Después de un sábado en que sus mecánicos hicieron el milagro para arreglar al auto para la calificación Max Verstappen salía este domingo a buscar otro en el GP de Emilia Romagna. En la arrancada el piloto holandés de Red Bull logró colocarse entre los pilotos de Mercedes, detrás de Valtteri Bottas, las cosas parecían pintar bien.
Sin embargo al llegar las detenciones en Boxes, la estrategia de Lewis Hamilton y Mercedes, pusieron al piloto inglés en la punta de la carrera. De ahí Max empezó a presionar a Bottas hasta que logró rebasarlo, aunque ya muy tarde como para ir a pelearle Lewis.
Y cuando pensábamos que las cosas terminarían así, se le vino la noche al holandés, al reventar el neumático trasero derecho de su auto, mandándolo a la grava, terminando así su carrera. A decir de Max nunca tuvieron aviso del problema:
“Tuve una buena arrancada, fue un buen duelo para quedar en el medio de los dos Mercedes. Pude pasar a Lewis, paré un poco antes, para detonar las detenciones, Valtteri paró en a siguiente vuelta. Pero el daño que tuvo en su auto, nos empezó a retrasar, perdimos mucho tiempo, y Lewis, quien iba con aire limpio nos pasó. Teníamos buen ritmo y el auto se sentía bien.
Iba disfrutando la carrera, cuando de pronto, en la recta perdí el auto por una falla en mi neumático. Fue una pena porque hubiera sido muy bueno obtener otro pódium, otro segundo lugar. Pero así son las cosas, y salir sin puntos, no es lo que uno quiere. Al menos el desempeño fue bueno“.
Ahora tendrán que trabajar junto a Pirelli para entender que fue lo que pasó con el neumático, y asegurarse que no vuelva a pasar. La siguiente cita será en dos semanas para el GP de Turquía, donde pudiera ser que Max ya conozca quien le acompañará el siguiente año.