En el accidentado Gran Premio de Bahréin no hubo momento de relajación. En primer lugar el accidente de Romain Grosjean, luego el vuelco de Lance Stroll, después el motor incendiado de Sergio Pérez, y como si faltara algo un comisario cruzándosele a Lando Norris en el medio de la pista.
Quizás con la carrera en segundo plano, pero la Fórmula 1 debe aprender mucho de lo que pasó en Sakhir. El aspecto positivo fue el buen funcionamiento de los mecanismos de seguridad en los autos. En contrapunto, algunos procederes y detalles en la seguridad que se deberán pulir.
El jefe de McLaren, Andreas Seidl, dialogó con la prensa tras el encontronazo de Norris con un comisario que corría la pista con un extintor:
«Es preocupante si escuchas un comentario así de Lando en la radio en plena carrera. Obviamente que es algo que no debería ocurrir. Es una cuestión importante a analizar puertas adentro junto con la FIA.
Estoy seguro de que Michael está haciendo eso, junto con la información que quiere de nosotros. Estoy seguro de que se sacarán las conclusiones correctas. El trabajo en materia de seguridad se mejoró y este fin de semana lo vimos reflejado. Creo que seguiremos trabajando y mejoraremos la seguridad aún más para nuestros pilotos y los oficiales de pista».
Lando informó por radio al equipo de un comisario de pista corriendo con un extintor que se cruzó por enfrente de su auto. La organización sabe que es un tema delicado por el antecedente de Tom Pryce.
El británico falleció en Sudáfrica a los 27 años tras impactar contra un comisario de pista que portaba un extintor. Ambos fallecieron en el instante, el piloto por el golpe del artefacto en su cabeza y el marshall por el impacto del vehículo.
Por su parte, Lando Norris luego de la carrera remarcó lo difícil que fue detectar al operario en ese fondo oscuro:
«Era lo último que esperaba. El tipo no miró de izquierda a derecha en ambos sentidos antes de cruzar la calle. Estábamos en bandera amarilla y yo iba lo suficientemente lento, así que no tenía sentido arriesgar nada en absoluto.
Él estaba vestido de negro o azul oscuro, me dificultó mucho verlo. Lo primero que llegué a observar que me hizo mover el rumbo del auto fue el extintor rebotando. Fue un momento un poco loco».
La FIA tiene mucho que analizar tras el Gran Premio de Bahréin. Sin embargo ya puso manos a la obra y piensa resolver estas situaciones lo más rápido posible para poder brindar lo máximo en seguridad.