Tras el tumultuoso fin de semana pasado en Bahréin, la organización llamó a Daniel Ricciardo tras sus críticas a la cobertura televisiva. Tras la carrera, el piloto de Renault hizo público su malestar por la reproducción constante de las imágenes del accidente.
Más allá de que ya se había visto a Romain Grosjean a salvo, al australiano no le hizo gracia el protocolo de la Fórmula 1 de seguir mostrando el incidente. De esta manera, la dirección lo llamó para poder hablar del asunto y buscar una mejora de ese accionar.
Ricciardo mostró su agradecimiento por el hecho de que valoren sus cuestionamientos, pero destacó que era una cuestión muy seria:
«Hubo un ofrecimiento para hablar y claro que la acepté. Obviamente, después de la carrera todavía estaba con las pulsaciones altas y quizás no fue el momento adecuado para manifestarme.
Escucharé sus razones y ahí sacaré mis conclusiones. Estoy feliz de escuchar y de que también valoren nuestras opiniones sobre temas tan importantes».
A pesar de estar agradecido, el futuro piloto de McLaren señaló que no ha cambiado de parecer en estos días:
«Mi postura no ha cambiado. Sentí que una vez que lo mostraron una vez y luego obviamente lo vimos saltar y entrar en el auto médico, sentí que eso era todo lo que realmente necesitábamos ver. Sentí que fue desconsiderado para su familia, pero también fue una distracción porque cada vez que íbamos al garaje y tratábamos de averiguar qué estaba sucediendo, lo único que estaba sucediendo era que parecían repeticiones interminables.
Me encontré con la esposa de Romain, Marion y ella apreció mis comentarios y creo que esa es toda la validación que necesitaba. Nunca me gustaron los choques. Nunca fue realmente atractivo para mí, obviamente. A algunas personas les encanta. A algunas personas les encantan los escombros en todas partes, pero siento que ya no tengo 10 años. Ya sabes, uno deja de crecer».
Ricciardo se reunirá este jueves con los directivos y verán planes de contingencia a futuro tras cada uno exponer su visión. Por lo pronto y más allá de lo que se decida en cuanto al manejo televisivo, todos esperamos no volver a ver un accidente de esas magnitudes nunca más.