Tras el cimbronazo que representó el anuncio de Honda sobre su salida de la Fórmula 1 empieza a haber aires de calma. Es que la categoría reina pierde a uno de sus motoristas y esto nunca es una buena señal.
Sin embargo, Red Bull y AlphaTauri están muy cerca de quedarse con la propiedad intelectual de esos motores. Este cambio comenzará a regir desde 2022, y los austriacos buscan llegar a un acuerdo con los japoneses para operar con sus unidades.
Esta medida recae en que Red Bull compraría las instalaciones de Honda situadas en Milton Keynes. Por consiguiente, se ampliaría la base de Red Bull Technologies y se quedarían con el actual personal de Honda.
No obstante, esto sigue siendo una apuesta ya que la conversación del congelamiento del desarrollo de motor aún no se llevó a cabo en la F1.
Christian Horner sabe que la escudería no tiene los medios para luchar en la mejora motorista. No obstante, cree tener el apoyo para poder lograr que se paralice el progreso de estas unidades.
Sobre la mesa, esta propuesta divide a los fabricantes y a los equipos. Por un lado se encuentra Ferrari, que compartiendo las preocupaciones de Red Bull, apoyan el congelamiento. Estos proponen que solo se permita desarrollar el motor a aquellos que evidencien un notable déficit en el rendimiento. Esto favorecería a los equipos con menor presupuesto, o con menor desempeño, ya que equipararía para poder alcanzar a los líderes o al menos acercárseles.
Por otro lado, Mercedes y Renault creen que esa medida nivelaría para abajo a la categoría. Con motores ya competitivos, alemanes y franceses saben que perderían terreno ante menores motoristas o equipos.
Finalmente resta decir que las charlas se han retomado. Red Bull volverá a plantear el congelamiento de motores y lo hará con aún más fuerzas. Mientras tanto, Honda comienza a ver con buenos ojos el acuerdo y en 2022 cedería su propiedad intelectual.