Para la Fórmula 1 que recibirá una nueva normativa en cuanto a unidades de potencia, el trabajo comenzó hace ya tiempo. En 2022 veremos una nueva era, con modificaciones tanto estéticas como funcionales en los monoplazas. Es verdad que ya no tendremos los vehículos más rápidos de la historia, pero seguirán siendo los más veloces del Mundo.
Así trabajan en Ferrari para cambiar la cara de una era absolutamente olvidable para su historia. Con resultados adversos y unas pocas victorias, los de Maranello cerrarán esta etapa con el peor rendimiento en todo su palmarés.
Sin embargo, nada desmotiva a los italianos. Para 2022 se visualiza un motor mucho más funcional, que si bien es decir poco, estaría al nivel de Mercedes. Al igual que todos los equipos, el Cavallino Rampante trabajó dentro del límite presupuestario, y algunas decisiones son trascendentales.
Cabe destacar que toda escudería no puede disponer de tanto tiempo de prueba por restricciones sanitarias. También se considera que las mejoras serán disponibles para los equipos de menor posicionamiento en carreras, lo que obliga a un buen rendimiento inicial del vehículo.
En Maranello, es imprescindible el rol de Wolf Zimmermann, desarrollador del motor 2022. Con el nuevo reglamento técnico, los primeros datos del motor Ferrari son verdaderamente innovadores. Lo más trascendente es la posible incorporación del compresor en la caja de admisión del monoplaza. Eso generará una reducción de peso y eliminaría la gran falencia del SF1000, la resistencia.
El motor que ingenian los italianos pretende partir en dos el turbo. Mitad en la parte delantera de la unidad de potencia, y la otra en la caja de cambios. También, en pruebas preliminares según reportes, alojará el compresor en la caja de admisión de cilindros, reubicando el sistema de enfriamiento del turbo.
En este sentido para Ferrari hay un objetivo claro y es el de reducir el peso del vehículo. Esos cambios le permitirán a los de rojo ganar potencia en cuanto al provecho aerodinámico y poder volver a los puestos de pelea.
Al igual que Mercedes, balancear el peso del monoplaza le dará libertades en la aerodinámica al auto, y la estrategia en Maranello es poder aprovechar esa ventaja. También la facilidad del manejo de un motor compacto esperan les traiga menores problemas de fiabilidad en el sobrecalentamiento de piezas, cuestión varias veces vista en el SF1000.
Mattia Binotto junto a Zimmermann, han decidido optar por el camino ambicioso de probar nuevas metodologías. Esto se debe a que no hay mucho tiempo de prueba para poder testear la funcionalidad posible de diferentes variables, por lo que la escudería debió elegir un camino y apegarse al plan.
También es cierto que esta postura fue resistida por varios en el equipo, pero así serán las cosas. Ferrari pegando un golpe revolucionario sobre la mesa jugándose a por el todo o nada.
No puede haber margen de error para los italianos. Si esto falla, los próximos 3 años podrían ser catastróficos para la escudería. La imposibilidad para presentar mejoras durante el año será un claro impedimento para todos. Vale recordar que Binotto se mostró a favor de la congelación de motores. Esto se debe a que, si se implementa de manera regulada, se asegura que todos los motoristas ofrecen un rendimiento igual no superior al 2% con respecto a la potencia menos competitiva.
Muchas expectativas depositó la directiva del equipo sobre el 2022 y la nueva normativa. Se cree que Maranello tiene el poder y la capacidad para ser vanguardista y que aquellos años dorados no sean tan solo un recuerdo.
Nueva era, nueva apuesta, y si hay algo que Binotto y Ferrari aprendió es que el que no arriesga, no gana.