Tras un fin de semana de ausencia vuelve la actividad de la Fórmula 1. Esta vez la escena central será el circuito callejero de Bakú, en Azerbaiyán. Tras el mítico Mónaco, los equipos se preparan para retornar a carreras más abiertas y con mayor apertura estratégica.
Este es el caso de Williams Racing, quien comparte el fondo de la tabla con Haas. Los británicos no vienen teniendo una buena temporada, algo que podíamos imaginar. Los principales inversores e ingenieros dejaron en claro que el desarrollo del coche se centrará en 2022, y Bakú será un reflejo de esa situación.
Con la mayoría de los equipos llevando actualizaciones, Williams sabe que correrá en desventaja. No obstante su director de rendimiento, Dave Robson señaló que se centrarán en las prácticas y, sobre todo, la clasificación:
«Volver es algo genial. La ausencia en 2020 de circuitos callejeros quitó un poco de la escencia de la F1. Si bien es un trazado urbano, tiene un gran desafío para pilotos y el propio monoplaza. Las rectas largas, el estrecho tramo del castillo y con un ancho variable, Bakú ofrece todo eso.
Es un circuito muy exigente y la puesta a punto del viernes es fundamental. Los compuestos son iguales que en Mónaco, pero el comportamiento en circuitos largos así es muy diferente».
Hay que destacar que Williams aún no sumó puntos en lo que va de la temporada. Con 5 carreras transcurridas, los británicos siguen en lo más bajo de la tabla y posiblemente comienzan a despedirse de uno de sus talentos tras el volante.
George Russell, quien tiene abiertamente charlas con Mercedes ya que es piloto de esa academia, también se refirió a la vuelta de la F1 a Azerbaiyán:
«Es un circuito muy particular y distinto a Mónaco. Tiene la esquina más complicada de todas, que es la del castillo, pero es uno de mis circuitos preferidos. Es cierto que nunca tuve suerte ahí, pero con los frenados de alta velocidad y la dificultad para atacar en curvas será muy divertido».
A su vez, también se refirió a lo que se viene este fin de semana su compañero de equipo Nicholas Latifi. El canadiense confía en poder revertir su suerte y promediar una mejor carrera que hasta ahora:
«Me emociona volver a competir en una pista callejera, siempre es algo entretenido. Conseguí varios podios en F2 en este lugar y tengo varias horas sobre el simulador, así que creo que puedo rendir muy bien.
Estoy seguro que moverse en un coche de F1 por estas calles es complejo. Hay rectas largas, así que con suerte podemos tener un poco más de emoción que en Mónaco. No puedo esperar para salir a la pista».