Puede parecer baladí o no, pero lo cierto es que la decisión de Herbalife de abandonar su posición de sponsor principal del primer equipo para serlo del filial llama poderosamente la atención y más cuando de la mano de la empresa de nutrición norteamericana los claretianos lograron sus mayores éxitos deportivos en toda su historia.
Las pérdidas económicas y la imagen de mala gestión ofrecida por la entidad amarilla en los últimos tiempos, especialmente la temporada pasada en la que la plantilla que arrancó el curso poco o nada se parecía a la que terminó gracias a la falta de sintonía de Porfi Fisac con sus jugadores, ha convertido al nuevo Granca en un destino ya no tan apetecible como antaño.
Las raíces del viejo Herbalife Gran Canaria han terminado por extirparse este verano, apostando por la llegada de jugadores a los que al igual que a su entrenador les costará entender lo que es este club, al menos de entrada, porque no habrá nadie en el vestuario capaz de transmitir los valores que representan la elástica claretiana.
El bochornoso y ultrajante trato a Javi Beirán apartándole del equipo, prohibiéndole entrenar con sus compañeros venía acompañado de la retirada por parte del técnico de su capitanía para entregársela a Fabio Santana, al que curiosamente condenaría al ostracismo hasta su salida este verano tras conocerse la continuidad de Fisac al frente del equipo.
Curiosamente a Beirán también le han dado la libertad este verano tras recuperarle para la causa, convirtiéndose en uno de los responsables de la gran segunda vuelta del equipo que les daba la clasificación en la última jornada para la disputa de los playoffs, donde el Real Madrid puso el punto y final a una temporada llena de altibajos y de decisiones nunca antes vista en la isla redonda.
La apuesta de la dirección deportiva por Porfi Fisac es evidente y aunque siempre se ha dicho que los clubes suelen preferir el cambio de entrenador al de toda una plantilla, en el caso del Granca se ha optado por todo lo contrario, cambiando prácticamente todo el plantel que arrancaba el curso pasado con respecto al que lo hará la próxima temporada.
El discurso populista del segoviano, el mismo por otra parte que ha exhibido en todos los clubes en los que ha militado hasta la fecha parece haber calado en un Willy Villar que sigue empecinado en entregarle las llaves de un coche que habrá que ver que rumbo toma esta temporada, con el regreso del denostado Nico Brussino en su etapa anterior en Gran Canaria, el fichaje de Artem Pustovyi y con los rumores de las inminentes llegadas de Ilimane Diop y de Dovydas Giedraitis a la disciplina claretiana.
Luis
14/07/2021 at 21:22
Intolerable la continuidad de Fisac después de la esperpenta temporada.