Las cosas no pintan bien en el país del sol naciente. La declaración en el día de ayer del estado de emergencia en Japón pone entre la espada y la pared a los promotores del GP de Japón. Honda, como dueña del circuito de Suzuka tiene la última palabra en la disputa de la carrera.
En la ciudad de Tokio, lugar donde se disputarán los Juegos Olímpicos, decretó que la disputa de los mismos serán a puerta cerrada. Tras la publicación de la noticia, corrieron rumores sobre la disputa del Gran Premio de Japón, previsto en Suzuka el 10 de octubre.
Si, como parece, se confirma la imposibilidad de dar la bienvenida a los espectadores a las gradas, la posibilidad de poder competir en el fin de semana de Suzuka será una decisión que deberá tomar Honda, dueña del circuito.
Honda debe decidir si se hace cargo de todos los gastos incluido la posibilidad de devolver la inversión de la venta de los billetes. Según los rumores, la semana pasada en el paddock del Red Bull Ring, la decisión final con respecto al viaje a Japón se tomará la semana siguiente al Gran Premio de Hungría.
Por el momento el calendario no sufrirá cambios hasta la disputa del GP de Turquía. Si se decide la cancelación del GP de Japón, el calendario verá una parada de dos semanas antes de la cita de Austin, que podría verse obligado a una doble cita si hubiese una posible cancelación del GP de México.
Pero no solo Japón está en una situación crítica. Brasil también está en una situación crítica debido a la pandemia y sobrevuela su cancelación. Las grandes dificultades relacionadas con la situación del Covid ponen en una encrucijada a Liberty Media que podría finalizar la temporada con 21 carreras en el calendario.