Fin de semana soñado para Mercedes en Silverstone. En tierras británicas, los alemanes le recortaron una enorme ventaja a Red Bull que solo cosechó 3 puntos.
La nota de la semana fue el toque entre Lewis Hamilton y Max Verstappen, donde el de Países Bajos quedó fuera de carrera. A pesar de la sanción de 10 segundos, el 7 veces campeón consiguió quedarse con el triunfo en su circuito natal.
Luego de los trofeos, los flashes y la polémica, llegó la hora de los balances de final de Gran Premio. Elementalmente el primer dato provino de Mercedes y se destacó la fortuna del campeón defensor.
Tras el incidente de Hamilton, la bandera roja que detuvo la carrera permitió arreglos en los autos. Según el director de ingenieros Andrew Shovlin, de no ser por ese parón el británico no hubiese podido finalizar:
«Detectamos mucho daño en el aro izquierdo del auto de Lewis, por lo que si continuaba era un DNF seguro. Más allá de eso fue pequeño todo, pero la bandera roja fue un verdadero alivio. También hubo roturas en un sensor, pero fueron menores y no afectaron al rendimiento general«.
Vale destacar que a pesar de la penalización de 10 segundos, Hamilton pudo revertir la situación. De hecho, Mercedes se tomó 12 segundos antes de comenzar la parada en boxes, lo que dio mayor margen.
En torno a esto, Shovlin desarrolló la estrategia que pensó el equipo y el cambio de mentalidad para con Lewis:
«Planificamos alcanzar a Ferrari en las últimas 2 vueltas. Apenas se lo comunicamos a Lewis por radio cambió todo. Cuando Charles perdía rendimiento, Hamilton mantenía el ritmo y el equilibrio.
El cambio de cabeza es algo increíble. Fue extraordinario sentarse en el muro de boxes a verlo correr en la última etapa. Es una merecida victoria para él y para todo el equipo».
Mercedes se puso a tiro de la cima del campeonato y el mano a mano con Red Bull está cada vez más interesante. A su vez, Hamilton vuelve a pisarle los talones a Verstappen, y la lucha en pista estará cada vez más ajustada.