El parón de verano, aunque fue del mismo tiempo que los anteriores (a excepción de 2020), pareció un poco más largo, o quizá, un poco más difícil de llevar para todos los que amamos la Fórmula 1.
Luego de lo que pasó en el GP de Hungría, la sed de revancha está impresa en todos los que ansiamos que regresen los autos a la pista. Y qué mejor manera de hacerlo que viendo los monoplazas volando en Spa-Francorchamps.
El GP de Bélgica es ya una tradición, además de ser una pista legendaria que siempre da de qué hablar.
Con una clasificación transitada por agua, que además ha sido bastante inesperada, el circuito en el bosque de las Ardenas levantó la voz para recordarnos que la Máxima Categoría es eso, y que ahí están los 20 mejores pilotos del mundo.
Con una grata sorpresa, la parrilla de salida vio por primera vez desde hace mucho tiempo, a un Williams en la primera fila. George Russell clasificó por delante de Lewis Hamilton, mientras que el poleman, Max Verstappen, demostró una vez más su talento.
Así, y con las penalizaciones aplicadas para Lance Stroll y Valtteri Bottas por causar una colisión en el Hungaroring, además de las que recibió Lando Norris por cambio de caja de transmisión, arrancó la segunda parte de la temporada.
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La lluvia llegó al circuito desde temprano, por lo que Dirección de Carrera decidió hacer la salida bajo Safety Car, para que no volviéramos a ver un accidente como el del McLaren de ayer. 25 minutos después de la hora se dio el inicio.
Tras una vuelta y media, los pilotos clamaban la bandera roja por las condiciones de visibilidad y la cantidad de agua en pista. Michael Masi comunicó la decisión, argumentando que el protocolo de arrancada se cancelaba.
Justo antes de llegar al pit lane, Sergio Pérez se despistó y rompió parte de la delantera de su auto. Con la confusión, y luego de algunos radios entre dirección de carrera y Red Bull, se aceptó que, en caso de que pudieran reparar el auto, Checo podría salir desde el pit lane.
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Nadie quisiera estar en la posición de Masi. Porque después de varias horas, con directrices contradictorias y con el crono detenido, se tomó la decisión de arrancar. Fueron tres horas con veinte minutos para ver a los coches de nuevo en pista.
Con la salida desde el pit lane detrás del Safety Car, todo esperábamos el anuncio que parecía mágico en ese momento de “Safety Car in this lap”.
Pero la sorpresa fue mayor cuando, después de sólo 3 vueltas, dirección de carrera sacó la bandera roja de nuevo.
Si bien las condiciones de la pista eran complicadas, ha sido una verdadera burla para los aficionados. Tanto los que estuvieron en la pista, como los televidentes. Pero también para los pilotos. Esta decisión se debió tomar desde la primera detención.
Parece que desde dirección de carrera buscaron otorgar puntos legalmente. Se aplica la regla de menos del 75%. Los pilotos tendrán derecho a la mitad de los que se otorgan normalmente. Se estipuló que se corriera una hora, con 39 vueltas por delante.
Una victoria fantasma para Verstappen, que le beneficia sobre manera a Russell, que le otorga su primer podio. Hamilton mantiene el liderato del campeonato de pilotos.
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