La carrera del domingo en el mítico circuito de Spa Francorchamps pasará a la historia de la Fórmula 1. Pero no precisamente por haber sido emocionante, sino por ser, como muchos ya la definen “La carrera que no fue”. Tras una serie de tediosos retrasos para dar la salida, parones en el crono de las famosas tres horas de límite de carrera y en general una larga espera, la carrera se disputó. Pero lo hizo tras el coche de seguridad, una completa farsa para los aficionados. Los pilotos completaron un par de vueltas tras el safety car y bandera roja, se acabó.
Pero la Fórmula 1 llega tras el parón veraniego con tres semanas consecutivas de carreras. Por lo que, tras el trago amargo de Spa, un circuito siempre prometedor de buenas carreras, más con lluvia de por medio, llega Zandvoort. La pista holandesa no alberga un GP de la máxima categoría desde 1985. Por aquel entonces la victoria se la llevó ni más ni menos que Niki Lauda. Zandvoort es otro de esos circuitos de la vieja escuela y que, aunque reformado, seguirá siendo un gran desafío para los pilotos.
Para Lewis Hamilton el desafío se lo pondrán la pista, los rivales y, la grada. Si en varios grandes premios hemos visto a la “marea naranja” de fans de Verstappen colorear las tribunas de varios circuitos, Zandvoort, su carrera de casa, puede ser apoteósico.
Este año, a las carreras de Austria y Spa, que suelen ser las citas de “casa” de Max Verstappen, se le une la genuina, Zandvoort. Tras el fiasco de de la “no carrera” de Spa, y la reincorporación del trazado holandés al calendario, los fans de Max animarán con más fuerza que nunca.
Desde la organización del Gran Premio, han querido anticiparse y llamar al respeto hacia la persona de Lewis Hamilton pidiendo que no se le abucheé como ya pasó en Spa este último fin de semana. Así se pronunciaba Jan Lammers, máximo responsable del GP de Países Bajos:
“Cuando llegue Hamilton, nos aseguraremos de que se le trate con respeto y no con un abucheo vulgar. Hay que mostrar decencia cuando un siete veces campeón del mundo corre. No deberíamos abuchearle.
Hay que mostrar respeto, es lo que quieren todas las personas. Como aficionados del mundo del motor, debemos mostrar que podemos lidiar con esta situación de forma correcta, asegurándonos de que no abucheen a nadie.
Si apoyas a Max tienes que animarle a él. Sabemos que es imposible perdonar a un piloto que no ha admitido su error, pero Max ya lo superó y también deberían hacerlo sus fans. Quedan muchas carreras y veremos más batallas en pista entre ambos.»
Esperemos y estamos seguros que así será, el fin de semana y dentro de una sana rivalidad, reine la deportividad.