El clima en Spa-Francorchamps siempre ha sido un protagonista. Pero en este Gran Premio de Bélgica superó a todos los participantes. Creo que solo se igualó con el papel de Michael Masi en esta película de horror.
Desde el día de ayer se vieron condiciones extremas, que permitieron una calificación interesante. Sin embargo el choque de Lando Norris ya mostraba lo complicada que estaba la pista.
Para Sergio Pérez la calificación no había sido buena, pero con condiciones así se puede esperar todo. Podríamos haber tenido un gran guion de película como ha sucedido en otras carreras bajo lluvia. Sin embargo el día no empezó nada bien para el tapatío. En la vuelta de formación, Checo perdió el auto y tocó las barreras, dejando la suspensión delantera dañada.
Tras mucho tiempo de incertidumbre, comunicaciones entre Christian Horner, Masi y los comisarios, se decidió que Pérez podría tomar la partida tras las demoras provocadas por la intensa lluvia. Algo que daba esperanza al equipo. Los ingenieros realizaron un gran trabajo, pero al final solo se dieron dos vueltas detrás del Safety Car y la ilusión de poder competir se quedó solo en eso.
Al terminar la “carrera”, Pérez explicó lo que sucedió en esa vuelta de formación:
“Cometí un error, las condiciones estaban imposibles. Con estos neumáticos de lluvia estaba muy complicado, no funcionaron todo el fin de semana. Simplemente toqué el lavadero y perdí el auto.
Desde el viernes con la pista tan complicada, todos intentábamos poner los intermedios. Cometí un error y lo pagamos caro. Lo que me pasó le pudo pasar a cualquiera. Es una verdadera lástima lo que sucedió hoy”.
El equipo Red Bull volvió a demostrar la eficacia que los caracteriza reparando el auto:
“Un día complicado, un día frustrante con el error que cometí. Al final los chicos hicieron un trabajo increíble, en unos minutos arreglaron todo el auto, la parte delantera, estábamos listos. No se dieron por vencidos en ningún momento.
Queríamos correr el día de hoy, desafortunadamente las condiciones no nos dejaron. Teníamos alerón nuevo también, con la máxima carga, estábamos listos para ir a pelear en la carrera. Al final no lo pudimos conseguir.
Se minimizó un poco el daño, al final no afectó tanto, pero es una pena que no pudimos correr el día de hoy. Red Bull es un equipo de carrera 100% y hoy lo demostraron. Todo el grupo de ingenieros, no nos dimos por vencidos. Hoy fallamos, pero regresaremos fuertes”.
Sobre la decisión de la dirección de carrera, Checo se mostró decepcionado por no poder rodar. Sin embargo considera positivo que se premie a quienes consiguieron un buen trabajo en la calificación, en vez de descartar completamente la fecha:
“Las condiciones nunca mejoraron y no parecía que fueran a mejorar. Al final creo que necesitábamos hacer dos vueltas para repartir la mitad de puntos. No hubo competición el día de hoy, no hubo carrera, pero también el día de ayer la gente se jugó todo a una vuelta.
Es complicado, pero al final algunos puntos creo que son justos para los que calificaron bien y en estas condiciones hicieron una buena vuelta. La gente hizo el trabajo ayer, arriesgaron todo. Vimos a Lando por ejemplo, era muy fácil cometer un error ayer. Estábamos arriesgando mucho. Así que es bueno recompensar a quienes hicieron bien el trabajo ayer”.
En el campeonato de constructores, Red Bull se acercó a siete puntos del equipo Mercedes con el triunfo de Max Verstappen. Y el holandés se puso a solo tres puntos de Lewis Hamilton, por lo que en papel el resultado no fue tan malo como pudo haber sido.