Desde antes de llegar al Circuito de Monza, en Red Bull sabían que la UP de Mercedes favorecería su desempeño. Los pronósticos se han cumplido este viernes, tanto en los libres 1, como en la clasificación.
Las dos flechas negroplateadas coparon la primera fila de la parrilla de salida de la carrera sprint. Su diferencia fue de sólo 0.096 segundos. Una ventaja de 0.411 segundos contra Max Verstappen, que saldrá tercero.
A pesar de no haber conseguido estar más arriba, Christian Horner, jefe del equipo, considera que están en una mejor posición respecto a la carrera del año pasado, con todo y que el neerlandés nunca fue una amenaza real este día:
“Honestamente, creo que, basándonos en el déficit que teníamos el año pasado, hemos reducido a la mitad la diferencia. Lo que es interesante siempre es la llegada a la curva 1. Max estará en el lado derecho y limpio de la parrilla, así que esperemos que pueda coger buena succión antes de llegar.
Será una carrera al sprint emocionante, que al final es la verdadera clasificación en este formato”.
Pero el inglés aprovechó muy bien el momento para destacar el papel que jugó Sergio Pérez en los tiempos de Verstappen. El objetivo era estar más cerca de los Mercedes, pero sin perder terreno contra los rapidísimos McLaren. Lando Norris y Daniel Ricciardo arrancarán desde la cuarta y quinta posición, respectivamente.
En las dos vueltas lanzadas del equipo en la Q3, el mexicano siempre estuvo delante de Max para facilitarle la succión:
“Tengo que destacar el papel clave que jugó Checo para el equipo hoy. Creo que éramos vulnerables a los McLaren, así que ayudar a Max con la succión para llegar a esa posición es admirable.
Probablemente, Checo sacrificó medio segundo en sus vueltas. Debería haber estado más arriba de donde está, pero estamos muy contentos con este resultado”.
A pesar de los rumores y análisis que ponían como buena posibilidad de penalizar aquí con Max por el cambio de motor, Horner quiere obtener el mejor resultado posible en Monza. La decisión de dónde lo harán todavía no está definida:
“La semana pasada tomamos las sanciones con Checo, y está en buena forma hoy. Creo que nuestro enfoque está basado en ver cómo las cosas resultan.
Probablemente sea en las próximas cuatro o cinco carreras donde tengamos que cambiar el motor de Max. Pero veremos cómo se presenta la situación más adelante.
Hay muchos escenarios posibles. El motor ha sido empaquetado en el contenedor de ultramar, así que sólo es cuestión de apretar el gatillo. No hay un plan claro para decir sí, será aquí o allá”.
Red Bull piensa aprovechar cualquier ventaja que puedan tener aquí en Monza, sobre todo después de conocer que Valtteri Bottas saldrá en el fondo de la parrilla. El juego psicológico y estratégico de Monza, ha iniciado.