La pandemia provocada por el coronavirus se ha llevado por delante todo lo que conocíamos. Y la Fórmula 1 no iba a escapar del desastre a pesar de salvar la temporada 2020 y esta temporada que llevamos actualmente. La gallina de los huevos de oro como es conocida la F1 parece que se ha secado, y con ello el ímpetu de Liberty Media por su explotación.
Roger Benoit, veterano periodista de F1 ha abierto la caja de pandora insinuando una posible venta de la F1 a un consorcio saudita, con lo que el aumento de carreras pasaría de Estados Unidos a Oriente Medio.
Liberty Media compró la Fórmula 1 en 2017, poniendo así fin al mandato de Bernie Ecclestone como director de ceremonias durante 40 años. Parecía que la llegada de los norteamericanos iba a traer un soplo de aire fresco a la competición y aportar el espectáculo americano, pero nada más lejos de la realidad.
La vida continúa igual que como estaba antes de la llegada de Liberty Media. Una de sus primeras decisiones fue prohibir las chicas de parrilla, diferentes horarios de inicio y el sueño americano de cada GP fuese una SuperBowl hace mucho pasó a mejor vida.
Además, cada fin de semana se realizan entre 5000 y 6000 pruebas covid-19 en la Fórmula 1. Hasta ahora, poco más de 120 pruebas han sido positivas. Incluidos los de los pilotos Lewis Hamilton, Charles Leclerc, Lance Stroll, Sergio Pérez, Pierre Gasly y Kimi Räikkönen.
Si quieren introducir alguna medida de relajación, todos los pilotos deben vacunarse antes de 2022. Con lo que hace pensar una tercera temporada pandémica para Liberty Media, siendo inviable para ellos. Y aquí es donde entra en acción Arabia Saudí.
La entrada de Arabia Saudí en la Fórmula 1 fue un patrocinio de Aramco junto a Williams. De ahí, pasó a ser patrocinador global del propio deporte. Y el propio Benoit, amigo personal de Mr. E ha dejado caer que Bernie está detrás de este movimiento.
Después de ver cómo fue la carrera en Zandvoort, Benoit cree que la F1 puede correr en cualquier sitio, y eso podría dar entrada a trazados asiáticos que hasta ahora no se han tenido muy en cuenta. La idea sería una bajada de canon a los organizadores y sobre todo popularizar más la F1 captando aficionados, no virtuales, sino reales.
Por poner un ejemplo, en Monza, de 25.000 entradas no se han vendido ni 16.000, y un 40% de esos aficionados son holandeses. Los italianos han desertado de “su” carrera por los precios, y con Aramco de propietario, el tema del dinero no sería un problema, sino que se trata de un movimiento político, como el de Qatar con el PSG, pero a una mayor escala.
Este año, debido a la pandemia, las últimas tres carreras podrían disputarse en Oriente Medio. Arabia Saudi y Abu Dhabi ya están confirmados para el 5 de diciembre y el 12 de diciembre. Se espera que un nuevo Gran Premio de Qatar llene el espacio del 21 de noviembre vacante.
El corazón del GP de verdad sigue latiendo en Monza, Spa, Silverstone, Barcelona, Budapest o incluso en Montecarlo. Pero, lamentablemente, los millones ya no están en Europa.