Disputar el GP de Italia es sinónimo de correr en casa de Ferrari. Y, aunque aquí han vivido lo mejor y lo peor, en Ferrari confían en mejorar el resultado de 2020. El año pasado tuvieron un fin de semana para el olvido con ambos pilotos fuera de carrera, pero son consciente del desafío que les viene en Monza.
Charles Leclerc desea dar una alegría a sus tifosi, aunque por normativa covid solo esté el 50% del aforo de Monza. Aunque el monegasco ya avisa a sus fans que no esperen un milagro como sucedió en 2019 cuando se llevaron la victoria:
«Siempre es muy especial correr en Monza con Ferrari en general, pero yo siempre recordaré hace dos años, fue una locura absoluta. Pero creo que este año será un poco más difícil. Por supuesto que hicimos algo de progreso desde el año pasado, así que debería ser una carrera mejor en comparación con el año pasado.
Será es un circuito difícil para nosotros, pero también tenemos clasificación al sprint, así que un formato diferente. Así que ojalá que podamos aprovecharnos de eso y tener un buen fin de semana de todas formas. Pero en teoría digamos que va a ser difícil»
En el pasado GP de los Países Bajos, Leclerc consiguió terminar en una gran quinta posición en Zandvoort y aunque se quedó perplejo con la marea naranja, está deseoso por volver a ver la marea roja en Italia:
«Estoy bastante contento con nuestro rendimiento general. Terminar con ambos coches en los puntos es un buen resultado. El ambiente era impresionante y fue genial ver a tanta gente animando desde las gradas. Tengo ganas de lo mismo, pero en rojo, en Monza»
Su jefe de equipo, Mattia Binotto sigue el discurso de su piloto y confía en lograr un resultado en casa que haga irse a los tifosi con una sonrisa a casa:
«Tras un gran espectáculo del fin de semana de los aficionados de Países Bajos, tenemos ganas de correr delante de nuestros ‘tifosi’ y darles una alegría»