Max Verstappen sorprendió a varios durante la clasificación del GP de Rusia. El neerlandés sólo hizo una vuelta de instalación con su RB16B para confirmar que todo estuviera funcionando correctamente.
Dado que se espera que la carrera se corra en seco, Red Bull decidió ahorrar su motor nuevo, pues parece que la configuración del auto ya está definida. Podríamos decir que hoy reinó la prudencia en el equipo, porque no tenía ningún caso poner en riesgo absolutamente nada.
“Mañana va a estar seco, voy a salir último, así que no tenía sentido salir a la pista hoy. Creemos que era más útil ahorrar material y no correr riesgos”.
Recordemos que Verstappen cargaba una penalización de tres puestos en parrilla desde Italia, al considerarlo culpable del toque con Lewis Hamilton.
La disyuntiva de si montar el cuarto motor aquí estuvo bailando durante el viernes en la cabeza de los ingenieros. Pero la decisión fue tomada, así que Max tendrá que hacer su trabajo lo mejor posible.
Con la carrera del domingo prevista para correrse con el sol brillante, los de Milton Keynes ya tienen todo preparado para intentar una espectacular remontada. Suena maravilloso, pero en papel no será tan sencillo de lograr:
“Estoy contento y muy confiado en la puesta a punto del coche. Dependerá mucho de los niveles de agarre de mañana, pero creo que estaremos bien.
Adelantar no será fácil aquí, porque el rendimiento general del grupo medio es bastante similar, pero haremos lo posible por terminar en los puntos.
Es complicado predecir una posición porque pueden pasar muchas cosas, mañana veremos cómo va, y de ahí haremos nuestra estrategia”.
Red Bull tendrá una carrera en la que salvar algunos muebles será una gran noticia. Los de las bebidas energéticas fallaron otra vez desde el muro, y no pudieron colocar a Sergio Pérez más adelante en la salida.
Una situación que también tendrá que ver con el rendimiento del mexicano, pero que definitivamente, podría ser mucho mejor.