Mucho se ha hablado del «nuevo» motor que Ferrari debía introducir a lo largo de esta temporada. Una mejora que se había ido posponiendo a lo largo de la temporada. En un principio, este “nuevo” motor, debía llegar tras el parón estival, aunque poco después se señaló que sería en Monza. Finalmente esta evolución no llego a tiempo, como bien pudimos comprobar con la poca velocidad del SF21 en las rectas del trazado transalpino.
Todo parecía apuntar a que llegaría de cara al próximo GP de Turquia a celebrar en poco más de dos semanas. Pero hoy hemos tenido una sorpresa. Ferrari acaba de informar que esta mejora ya la tendrán para la cita de esta semana, el GP de Rusia.
Sochi vera la introducción de un nuevo componente técnico para la Scuderia Ferrari: una unidad de potencia equipada con un sistema híbrido actualizado. Su objetivo principal es ganar experiencia para el proyecto del automóvil 2022.
En esto se ha realizado un gran esfuerzo, tanto técnico como logístico, y para poder utilizarlo lo antes posible, su implantación será escalonada entre los conductores.
Charles Lecerc será el primero en tener el nuevo sistema híbrido. Esta decisión es una medida de precaución relacionada con el riesgo potencial de usar la batería dañada en su accidente del GP de Hungría.
En Sochi, Leclerc tendrá una nueva unidad de potencia y, por lo tanto, se verá obligado a sancionar. Por lo que comenzará desde la parte posterior de la parrilla. En cuanto a cuándo se instalará el sistema híbrido actualizado en el coche de Carlos Sainz, eso se decidirá tras una evaluación del compromiso correcto entre competitividad y el impacto de la penalización.
Ferrari fue el único motorista que decidió no introducir un nuevo motor al inicio de esta campaña, y ya señalaron que lo harían en la segunda parte del año.
Las principales mejoras de este nuevo motor se centran en la parte híbrida, con la que Ferrari pretende mejorar la capacidad de recarga y el despliegue de dicha energía. Sobre todo en el tema de la parte eléctrica del propulsor: el grupo turbo –turbo y MGU-H– y también la MGU-K o KERS, así como las baterías y la gestión de energía. La idea es conseguir una mayor recuperación de energía, poder usar durante más tiempo la MGU-K en cada vuelta.
Además, hay que tener en cuenta la contribución de Shell. Que traerá nuevos lubricantes y gasolina para mejorar el rendimiento de la cámara de combustión.
Todas estas soluciones, se estima que deberán asegurar un aumento de rendimiento de unos diez caballos de fuerza. Pero las ventajas también se medirán en la miniaturización de algunos componentes que también arrojarán ahorros de peso.