Carlos Sainz llega al Gran Premio de Turquía después de conseguir un podio en la carrera de Sochi. En Rusia logró subir al podio tras una carrera caótica con la lluvia. En Estambul partirá desde el fondo de la parilla después de montar su cuarto motor de la temporada.
Tras quince carreras con Ferrari, Sainz ya ha logrado subir al podio en tres ocasiones. Actualmente se encuentra en sexta posición de pilotos por delante de su compañero de equipo Charles Leclerc. El podio logrado en el GP de Rusia fue importante para él y para el equipo, tras una temporada con altibajos:
«Es importante. Creo que en esta segunda mitad de la temporada era importante conseguir un buen resultado. Las tres primeras carreras fueron buenas, pero no fueron nada especial, y esperaba dar un paso en la segunda mitad, y este podio confirma ese paso que se ha dado en la comprensión del coche y el rendimiento a lo largo de la temporada, a medida que me acostumbro más a este nuevo entorno.
Fue un buen fin de semana en general: la clasificación, clavando una vuelta cuando contaba; la salida, clavándola y liderando la carrera, y luego clavando la estrategia y la gestión de los neumáticos para llegar a meta tercero. Fue un fin de semana bien ejecutado que sin duda me da buenas vibraciones de cara al último tercio de la temporada.»
En el trazado de Istambul Park, el piloto madrileño deberá partir desde el fondo de la parilla por montar su cuarta unidad de potencia. Aquí sabe que no tienen nada que perder y que irán al ataque:
«En realidad no me sienta mal. Es decir, llego a un fin de semana con una nueva unidad de potencia, que espero que aporte un poco de rendimiento y un poco de desarrollo al equipo. Así que no puedo estar decepcionado con eso. Obviamente, pagas el precio de tener que empezar último, así que estoy un poco emocionado porque el enfoque será principalmente la preparación de la carrera.
Está bien también tener un fin de semana diferente de vez en cuando y un enfoque diferente y lo encuentro realmente emocionante y sin nada que perder. Lo peor sería no terminar, y yo salgo último, así que no hay nada que perder y arriesgaré un poco más».
Carlos reconoce que las posibilidad de recuperar posiciones estará supeditada al nivel de agarre que haya en el trazado, después de la pista de hielo que tuvieron en 2020:
«El año pasado había poco agarre y era especialmente difícil rodar con los intermedios. Cuando estabas detrás de otro coche era muy, muy difícil mantenerse cerca. En el pasado ha demostrado ser una pista en la que, en condiciones normales, es posible adelantar, pero creo que vamos a depender completamente de las condiciones y de cómo se comporte el asfalto este año.
Todos esperamos que sea mejor que el año pasado. Sería toda una sorpresa tener las mismas condiciones. En 2020 fue muy difícil también entender por qué el agarre era tan bajo, hasta el punto que en carrera éramos más rápidos con el neumático intermedio, que con slick.»