Día ajetreado en el box de Red Bull. Los de Milton Keynes han utilizado su tiempo en los FP1 y FP2 para probar distintas combinaciones en los coches de Max Verstappen y Sergio Pérez. En el equipo son conscientes de que la hora de la verdad se acerca. Además, en Mercedes han demostrado estar muy fuertes durante las últimas citas.
En busca de la vuelta perfecta, la marca de las bebidas energéticas ha estado probando configuraciones radicales, buscando la mayor carga aerodinámica. Es por ello que han reducido drásticamente la altura de ambos monoplazas, algo que han tenido que corregir levemente.
Durante los FP2 en Yas Marina, hemos podido ver cómo los mecánicos de la escudería revisaban constantemente si los coches de Verstappen y Pérez habían sufrido daños. Y es que para la cita se han instalado en el trazado unos pianos similares a los vistos en Losail, es decir, en forma de pirámide. Pianos que demostraron ser muy duros para los coches.
No obstante, en Red Bull no se han centrado únicamente en esto. En aras de encontrar la configuración ideal, el equipo de ingenieros dirigido por el francés Pierre Waché ha probado un alerón trasero diferente en el coche de Pérez. En concreto, el alerón con una “cuchara” más pronunciada que hemos visto en ocasiones anteriores. Este, tiene como finalidad reducir la resistencia generada por el monoplaza, lo que le otorga una mayor velocidad punta.
Además, y en esta línea de trabajo, Pérez ha probado un ala delantera con una menor incidencia de los flaps.
El trabajo del mexicano puede ser vital a la hora de escoger la configuración más efectiva para la primera “final”, la clasificación de mañana. En Red Bull son conscientes de su situación. Haber llegado Verstappen y Lewis Hamilton empatados a puntos a la última cita les deja un margen de error mínimo…por no decir, nulo