La clasificación del Gran Premio de Arabia Saudí no ha sido la mejor para los intereses de los pilotos españoles. Mientras que Carlos Sainz no ha podido pasar de la decimoquinta posición tras un toque con el muro que ha dañado su alerón trasero, Fernando Alonso tampoco ha podido superar la Q2.
Decimotercer puesto para el piloto asturiano, aunque es mañana es cuando se reparten los puntos. El de Alpine no se ha encontrado cómodo con el balance del monoplaza en ningún momento, y asegura que desde el equipo no saben a qué se puede deber. En la parte positiva, podrá escoger con qué neumáticos salir mañana en Jeddah:
«Hoy tenía un comportamiento muy extraño en la parte trasera. Así que tenemos que investigar qué se nos ha escapado de cara a Abu Dhabi, a ver si sabemos qué pasó. Tenemos dos coches totalmente diferentes con la misma configuración, dos comentarios completamente diferentes. Y no sabemos el por qué. Yo tendría que bajar diez grados el alerón delantero. Tenemos que entender eso».
A pesar de no tener precedentes, por lo que se ha visto hasta ahora, todo apunta a que la de mañana será una carrera con bastantes imprevistos. Alonso necesita una carrera en la que pasen cosas para poder hacer valer una buena estrategia. Buscará aprovechar las posibles ventanas de oportunidad que se puedan abrir:
«Va a ser difícil adelantar, pero puede haber carreras locas como las hay en Baku o Mónaco. De cara a mañana igual no solucionar el problema del comportamiento, sé que no voy a estar cómodo. Pero a ver si podemos hacer una buena estrategia y sumar puntos».
Si bien ha sido franco al asegurar que no se encuentra cómodo con el ritmo de carrera del Alpine, Alonso ha demostrado ser uno de los pilotos que mejores resultados obtienen cuando las carreras se vuelven complicadas.