2021 es un año que en Red Bull recordarán durante mucho tiempo. La larga sequía de títulos de la era híbrida acabó para los de Milton Keynes. La estrella de la escudería, Max Verstappen, se hizo con el mundial de pilotos, arrebatándole la corona a Lewis Hamilton.
Pero volvamos unos años atrás. A finales de 2018, el australiano Daniel Ricciardo salió del equipo y puso rumbo a Renault. Además, la marca de bebidas energéticas dejaba de montar los propulsores galos de cara a 2019, año en el que comenzarían su andadura con Honda.
Con la salida de Ricciardo comenzó una infructuosa búsqueda de compañero para Verstappen. El primer sustituto del australiano sería Pierre Gasly. El bajo rendimiento del francés hizo que, a mitad de temporada, le sustituyese Alexander Albon. Pese a alguna que otra actuación destacable, el tailandés no fue renovado como piloto titular para 2021. Tras ello, recaló en Red Bull el mexicano Sergio Pérez, que estuvo al borde de quedarse sin asiento en la F1.
La dupla formada por Verstappen y Pérez ha estado cerca de conseguir lo inimaginable, arrebatar a Mercedes el mundial de constructores. Bien es cierto que el nivel mostrado por el neerlandés ha sido bastante superior al del mexicano. Pérez, eso sí, ha dejado un par de momentos para la galería, defendiéndose espectacularmente de Hamilton en Turquía y Abu Dhabi.
Pese a la diferencia de rendimiento, Verstappen ha evitado hablar de “Checo” como su escudero y ha incidido en la igualdad de oportunidades que tienen ambos en el equipo:
«No me gusta decirlo de esa forma. Al final, gozamos de las mismas oportunidades. Claro que hay que ser respetado, pero yo no quiero que el equipo me favorezca. No creo necesitarlo y al final no es bueno para el equipo que esto ocurra todo el tiempo. Claro que ahora soy campeón del mundo, pero la temporada que viene deberé empezar de nuevo».
El neerlandés, además, no ha escatimado en elogios al referirse a su coequipero:
«Nunca pensé que sería tan increíble. Hasta ahora solo lo conocía como piloto. Ahora que hemos pasado más tiempo juntos, me he dado cuenta de que es realmente una gran persona».
Si Red Bull les proporciona un coche con el que luchar, la pareja formada por Verstappen y Pérez tiene en su mano conseguir el título de constructores que se le resiste a la escudería desde 2013.