Tras la clausura del mundial en Abu Dhabi los 10 equipos que compiten en la F1 se centraron única y exclusivamente en el nuevo reglamento del año que viene. De hecho, muchos equipos dejaron de desarrollar sus coches de 2021 hace tiempo para enfocarse en el desarrollo del de 2022.
El cambio de reglamento, planeado originalmente para esta temporada, trae consigo un gran número de modificaciones en los monoplazas. Por ello, está presente el miedo a que algún equipo aproveche las posibles lagunas del nuevo reglamento y domine con mano de hierro. El ejemplo más reciente lo tenemos en la era híbrida con Mercedes.
El actual Presidente de la Fórmula 1, Stefano Domenicali, ha querido enviar un mensaje tranquilizador al respecto:
«Está claro que el nuevo reglamento y el límite presupuestario pueden traer mayores diferencias de rendimiento entre los equipos de lo que el público podría esperar.
No obstante, estoy convencido de que, gracias a las limitaciones introducidas por el nuevo reglamento, en caso de que algunos equipos consigan una gran ventaja, la brecha se cerrará rápidamente».
En la línea de Domenicali se pronunció Mattia Binotto, director de Ferrari. Binotto subrayó la convicción de que los equipos que se queden rezagados al inicio no lo tendrán todo perdido:
«Es posible que al principio de la temporada haya una diferencia de rendimiento entre los distintos monoplazas debido a las diferentes interpretaciones del reglamento y las posibilidades que ofrece.
Como director de equipo de Ferrari, creo que será muy importante entender nuestros puntos débiles y tratarlos rápidamente. La reacción del equipo será clave».
El italiano se mostró realista y no quiso aventurarse a afirmar que tendrán un gran coche al inicio de la temporada:
«No podemos estar seguros de que dispondremos de un coche competitivo desde el principio, ya que nunca se sabe lo que puede pasar cuando hay un cambio de reglamento de tal envergadura».
Además, Domenicali quiso remarcar la importancia de la reintroducción del efecto suelo que irrumpió en la F1 en los años 70:
«Los coches con efecto suelo resaltarán la destreza del piloto. Estos coches no sufren el efecto del rebufo y no se ven afectados por el aire sucio que deteriora rápidamente los neumáticos. El objetivo, por tanto, es tener muchos duelos en la pista sin que los pilotos se vean condicionados por los límites del coche».
Este aire sucio del que habla Domenicali ha sido el gran quebradero de cabeza de los últimos años. Provoca que los pilotos no puedan seguirse de cerca y, por tanto, que los adelantamientos se compliquen. El nuevo reglamento puede ser la oportunidad perfecta para que la F1 ofrezca un mayor espectáculo a los aficionados.