La pista de Fiorano fue sede del primer calentamiento de los pilotos de Ferrari, quienes compartieron un auto del 2018.
A pesar de no poder utilizar los neumáticos Pirelli de 18’’ como era la idea original del ensayo privado, ambos pilotos de la escudería italiana vieron con mucho entusiasmo el regreso a la pista.
Carlos Sainz en particular lució particularmente sonriente y optimista en las declaraciones hechas al concluir el entreno:
“Siempre es útil regresar al volante de un F1, además es muy divertido. Necesitas como piloto de Fórmula 1 el golpe en el cuello, en la espalda baja, en los glúteos, todo en tu cuerpo te recuerda que es muy duro estar apto para esta categoría.
Y también para la mente, es necesario acostumbrarse a las velocidades a las que conducimos. Hablar con los ingenieros y trabajar sobre el reglaje del auto, hacerlo más afín a mi estilo de manejo».
Por otra parte el madrileño, quién ha abierto los ojos a más de uno gracias a su excelente actuación durante el 2021, se ve alegre y entusiasmado por lo que ha visto del nuevo diseño del cavallino:
“Lo he visto en muchas presentaciones de Powerpoint y en el túnel de viento. El auto del 2022 es, digamos, muy diferente a todo lo que hayamos visto en los últimos años en la Fórmula 1.
Ya no puedo esperar para mostrárselo a los tifosi. Es como tener un secreto y quererlo contar a todo el mundo tan pronto como sea posible.
Ya no falta mucho. Estoy particularmente ansioso por presentarlo, pero también quiero manejarlo cuanto antes”.
Por su parte Charles Leclerc, quien también compartió el auto Ferrari del 2018, se mostró igualmente entusiasmado por regresar al volante:
«El 2022 será un año muy importante, también muy especial porque tendremos un auto completamente diferente.
Realmente estoy muy ansioso por llegar a Barcelona para el primer test de invierno y probar el auto.»
Ferrari busca regresar a la cima del podio desde el año 2019, además de seguir buscando el primer campeonato de pilotos desde 2007.