El arranque de temporada para Ferrari ha comenzado ya de manera particular. Y no necesariamente esto es algo bueno. El día de ayer anunciaban que iniciarían el calentamiento con una prueba en Fiorano con el SF21. Pero hoy han tenido que cambiar sus planes, luego de una confusión con la reglamentación de la FIA.
Debido a esto, se ha tenido que posponer el evento privado de cuatro días, así que Charles Leclerc, Carlos Sainz y Robert Shwartzman esperarán otro poco para ponerse detrás del volante.
Este tipo de pruebas se han convertido en algo tradicional para los de Maranello, que utilizan su propia pista para que los pilotos, ingenieros y mecánicos se vayan familiarizando con la dinámica de trabajo.
El reglamento técnico nuevo, había permitido de inicio que los equipos pudieran utilizar sus monoplazas de la temporada anterior. Esto porque no tienen absolutamente nada compartido con los nuevos autos, pero al final una actualización por parte de la FIA ha detenido los planes.
Desde la Scuderia, han confirmado que no podrán comenzar sus test privados como lo tenían previsto, porque la propia FIA ha tenido que hacer cambios en el reglamento. Específicamente sobre los criterios de qué coches se pueden usar en este tipo de eventos.
Es así como los pilotos titulares y el nuevo piloto de pruebas de Ferrari, tendrán que conformarse con estar tras el volante del SF71H 2018. Ya no será el 25 de enero el debut del ruso, sino un día después, el 26. Será ahí cuando tendrá la oportunidad de poner en práctica lo aprendido en el simulador.
Recordemos que el orden es que después de Shwartzman estará Leclerc, luego Sainz, y el último día repetirá el novato. El objetivo es que se familiaricen con el coche, con estar en la pista, y con los procesos de carrera.
Luego de estos test privados, la siguiente vez que veamos a los Ferrari en un evento oficial será el 17 de febrero, cuando se presentará el nuevo monoplaza. El código interno es el 674, con el tradicional color rojo y la expectativa de si podrán pelear arriba sobre los hombros.