Luego de que el jueves pasado, Rusia iniciara un ataque militar contra Ucrania, se han desatado toda clase de situaciones a nivel mundial. Sanciones severas por parte de los principales organismos occidentales y mundiales han sido lo más duro hacia los rusos.
La capital ucraniana, Kiev, ha estado en constante ataque. Su defensa ha sido valiente, y esto ha llevado a que se inicien las conversaciones de paz en Bielorrusia.
La situación no puede estar más tensa luego de los embargos comerciales que se han efectuado hacia los oligarcas rusos, además de excluir al país del sistema SWIFT (que permite transacciones bancarias internacionales).
En lo que a los deportes respecta, el impacto ha sido contundente. Recordemos que el Comité Olímpico Internacional tiene una suspensión de competir con los colores y la bandera rusa a todos sus deportistas. Además, la UEFA ha comunicado que no tendrán ningún partido en territorio ruso. Sin embargo, parece que los deportistas podrán seguir compitiendo, esto sin la representación ya mencionada.
Pero para la Fórmula 1, la situación es un poco más complicada. Haas, escudería norteamericana, ha tenido que prescindir del nombre, pegatinas y cualquier alusión de su principal patrocinador. Uralkali es una empresa propiedad de Dmitry Mazepin, padre del actual piloto Nikita Mazepin.
Gene Haas, propietario del equipo, no pretende tener ninguna sanción de parte del gobierno estadounidense, por lo que, siguiendo el precedente del dueño del equipo de futbol Chelsea, podría poner el dinero recibido por Uralkali en manos de alguna institución benéfica, y así evitar algún posible embargo del equipo.
No hay nada claro aún a este respecto, pero, sobre todo, no está nada claro el futuro del piloto de la Máxima Categoría.
Todo esto va de la mano con el anuncio de la F1 de no realizar el GP de Rusia en Sochi, aunque los organizadores prefieran llamarlo como un retraso temporal. Los pilotos ya se han pronunciado al respecto, y el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, ha enviado una misiva a la Federación de Automovilismo de Ucrania (FAU) para comprometer todo su apoyo.
En respuesta, la FAU ha solicitado de manera oficial, que se suspendan todas las licencias de todos los pilotos rusos de todas las categorías. Esto, por supuesto, incluye la de Mazepin. Su futuro está en el aire, pero el propio piloto no puede hacer nada más que esperar.
El día de hoy, se anunció que se llevará a cabo una reunión de emergencia del Consejo Mundial del Automovilismo con la FIA, para establecer las pautas a causa de todo esto. Es claro que decidirán sobre esta situación, y por lo que se sabe, es muy probable que Nikita quede fuera definitivamente de la Fórmula 1.
Así lo ha expresado en sus redes sociales:
“A todos mis seguidores y todos los que me siguen o siguen la F1. Éste es un momento difícil en el que no puedo controlar todo lo que se dice o escribe. He decidido concentrarme en lo único que puedo hacer, es decir, trabajar duro y dar lo mejor de mí mismo por el equipo Haas. Muchas gracias por la comprensión y el apoyo».
Ya se habla del posible sustituto. Guenther Steiner afirma que será Pietro Fittipaldi, pero parece que desde Ferrari existe mucha presión para que ese asiento lo ocupe Antonio Giovinazzi, quien se quedó sin su asiento en Alfa Romeo para esta temporada.
Está claro que, independientemente de lo que decidan en la reunión de mañana, el conflicto armado poco o nada tiene que ver con los deportistas, tanto ucranianos como rusos. Y que, siguiendo la tendencia de los demás deportes, no tendría que haber problema en que Mazepin corra bajo otra nacionalidad, u otra bandera.
El mayor problema está en que su contrato está ligado directamente con su patrocinador, por lo que legalmente se convierte en una baza muy caliente para los dueños del equipo. De cualquier manera, seguro habrá protestas, pero al final, Haas deberá ver por sus intereses en mantenerse dentro del Gran Circo.
Estaremos atentos a la resolución.