Fernando Alonso mira ya de frente al 2022. El asturiano pasó en enero por quirófano para retirarse las placas de titanio de la mandíbula. El piloto de Alpine, recordemos, tuvo que ser operado en febrero de 2021 tras sufrir un accidente ciclista en Suiza. Ahora, Alonso reafirma sentirse totalmente preparado para lo que le espera.
Tras su retiro a finales de 2018 y su regreso para la temporada 2021, el piloto español ha repetido en un sinfín de ocasiones que su objetivo primordial era el cambio de normativa de 2022. Esta temporada pasada ha sido, en esencia, una mera preparación. Eso sí, indispensable para ser competitivo con la nueva normativa.
El ovetense y Alpine no cesan su trabajo preparatorio. En la escudería gala tienen un gran trabajo por delante. Y es que, pese a los dos podios cosechados este año por el propio Alonso y su compañero Esteban Ocon (el suyo una victoria), en Enstone son conscientes de que, al menos este año, han estado a años luz de los grandes.
Alonso, por su parte, habló así de su regreso al Gran Circo y a la estructura con la que conquistó sus dos títulos mundiales:
«Estoy contento con mi vuelta a la Fórmula 1. Tengo buenas sensaciones y estoy listo para 2022, que siempre fue el principal objetivo, llegar en buenas condiciones al cambio de reglamento. La temporada anterior fue positiva para mí y eso me alegra.»
Preguntado por su implicación en el desarrollo del nuevo monoplaza, Alonso volvió a sostener, como ya hizo en diciembre, que ha sido casi exclusivamente trabajo del cuerpo técnico de Alpine. Trabajo complicado, además, ya que la FIA ha decidido elaborar un conjunto de normas más prohibitivo que en otras ocasiones:
«Siendo honesto, no he estado muy centrado en el desarrollo del monoplaza de 2022. Ha sido, en esencia, trabajo para los diseñadores y las personas encargadas de las simulaciones. La nueva normativa ha sido muy restrictiva al inicio y había mucho por aclarar.
Necesitábamos hablar con la FIA y saber a ciencia cierta lo que podíamos y no podíamos hacer. Es un nuevo proyecto y, por tanto, extraño para todos.»
La temporada 2022 será la prueba de fuego para Alpine, la que reflejará si su proyecto tiene futuro o si, por el contrario, han fracasado. La escudería francesa deberá esforzarse como nunca, ya que también están inmersos en un proceso de renovación de cargos tras las salidas de Marcin Budkowski y Alain Prost.