La F1-75 se vió rápida y confiable durante las primeras horas de pista, la máquina escarlata sigue acumulando elogios por su diseño y múltiples suspiros por su belleza.
Después de haber sido testigo de cómo Charles Leclerc ponía la Ferrari en la cima de las clasificaciones. Carlos Sainz tomó la estafeta por la tarde y rodó sin mayores dificultades acumulando 73 vueltas
Al final del día, la suma de giros entre ambos pilotos de Maranello, pone a la F1-75 como el modelo que más giró en el asfalto de la Ciudad Condal.
Aunque ya había rodado ayer por la mañana, esta fue la primera ocasión en que la scuderia pudo montar los neumáticos de competencia, por lo que mucho del trabajo de la jornada se enfocó en acumular datos.
Finalmente fue con el compuesto intermedio C3 que Sainz firmó una vuelta de 1,20.416 s muy cerca de Leclerc, quien finalizó en la segunda posición:
“Hoy ha sido el primer día en que he estado en el coche con un run plan como tal. Por fin hemos podido apretar un poco y empezar a aprender de estos coches.”
Enfatiza lo que casi todos los pilotos han dicho sobre el significado de los tiempos:
“Los tiempos son anecdóticos a estas alturas, pero ha sido realmente positivo dar tantas vueltas y tener sensaciones al volante. Aún tenemos mucho trabajo por hacer, pero hoy ya hemos empezado a notar diferencias respecto al año pasado.”
Durante las semanas previas varios pilotos habían comentado lo difícil que sería adaptarse al peso extra y la visibilidad más limitada de los modelos 2022. Carlos parece no dar mucho crédito:
“No creo que nos vaya a costar demasiado acostumbrarnos. Seguro que será difícil encontrar las últimas décimas, ¡Pero eso es lo interesante!
Sea como sea, ése no es el objetivo aquí en Barcelona porque todavía tenemos que probar muchas cosas antes de la primera carrera. Ha sido un buen primer día y con ganas de que sea mañana”.
Continuando con su plan de trabajo compartido entre ambos pilotos, tanto Leclerc como Sainz estarán conduciendo la F1-75 mañana jueves.