El sentimiento debe ser enervante, ver tu nombre al tope de la tabla a nada del campeón del mundo, con perspectivas claras de colarte en la primera línea de partida.
Así de emocionante debe ser la perspectiva de Carlos Sainz, quién se ha colocado en la posición 3 en la segunda práctica libre del GP de Bahréin. La sesión de la mañana tampoco fue nada mala para el español, abriendo también con la tercera posición en la tabla.
En ambas sesiones se colocó apenas detrás de su compañero Charles Leclerc. Ambos Ferrari sólidos en ambas sesiones del viernes.
Apenas bajando del coche Sainz se dirigió al corralito de los medios donde se le preguntó si estaba nervioso ante la perspectiva de correr al frente de la competencia:
«No mucho, quizá algo más emocionante por ver si es cierto o no. Tenemos que ver si es verdad o no, es una mezcla de sensaciones.
En todo caso, es presión positiva. Sabemos que todo el mundo espera que Ferrari esté ahí después del rendimiento en los test. Veremos si lo podemos conseguir, espero que sí».
Sin lanzar las campanas al vuelo, sí reconoce que han confirmado su buena forma y se ilusiona con lo que viene:
«Creo que si tenemos un coche ganador, obviamente hay más presión. Pero es positivo, he soñado toda mi vida con luchar por victorias en Fórmula 1. Puede que por fin esté aquí o puede que no. Hay que mantener la calma, hay que luchar por podios antes. Una victoria o un podio no cambia tanto”.
Al preguntársele sobre la dificultad de trabajar en los nuevos autos, dice con confianza:
«Lo más complicado probablemente son las frenadas y las curvas de baja velocidad, pues el monoplaza se comporta de forma diferente. El viento también les puede afectar este fin de semana, pero lo positivo es que tienen identificadas sus fortalezas y debilidades.
En un coche de Fórmula 1 hay muchas cosas que quieres cambiar y hacer diferente, pero ahora sabemos dónde tenemos que trabajar, dónde están las debilidades y cómo solucionarlas, pero tenemos un buen nivel de desarrollo después de los test».
Quizá la referencia más cercana de un cambio de reglamento fue el 2009, haciendo remembranza. Los tiempos del viernes solían ser totalmente diferentes al sábado, conforme los equipos aprendían más del coche y lo ajustaban mejor.
Toda la afición ferrarista ruega porque este no sea espejismo en el desierto.