Nubes negras se han posado sobre el puerto saudí de Jeddah, el fuego es visible desde el circuito y hasta el olor fue percibido por los pilotos en la segunda práctica libre.
Se pinchó la burbuja alegre de la Fórmula 1, afortunadamente sin consecuencias físicas, pero con reverberaciones que aún siguen causando efectos en el paddock.
Sin embargo sobre la pista, los autos corren; si desafían la física ¿Por qué los detendría la política? dirá más de uno.
A la lejanía el desempeño del Alpine no sobresale, apenas 10° por la tarde y 11° tras el anochecer.
Por otra parte, tan pronto se ha bajado del monoplaza y encarado a los medios, Fernando Alonso se ha mostrado mucho más optimista:
“Este fin de semana nos hemos centrado sobre todo en la preparación de la carrera y nos ha ido relativamente bien. También hay más rendimiento en el coche del que hemos mostrado hoy, así que es alentador para mañana”.
En relación a sus sentimientos de los nuevos autos sobre este circuito tan demandante, el bicampeón se muestra entusiasmado:
«Es un circuito difícil para la clasificación, con velocidades muy altas y mucha adrenalina. Los nuevos coches se han sentido bien en esta pista y no son muy diferentes a los del año pasado.
Creo que viendo los tiempos de vuelta habrá mucha competencia. Parece que esta nueva generación se adapta mejor a esta pista que por ejemplo en Bahréin”.
Para el Director deportivo de Alpine, Alan Permane, los pilotos han podido completar su esquema de trabajo y recuperar valiosos datos para los ingenieros:
“Hoy nos hemos centrado mucho en los neumáticos evaluando su desempeño. Ha habido cierta degradación en los delanteros, así que es algo que tenemos que analizar de cara a la carrera del domingo. El coche ha funcionado bien, y está más completo que el fin de semana pasado”.
Veremos si su perspectiva positiva finalmente les coloca al frente del pelotón de casa, más cerca de los otros 3 equipos de fábrica.
La clasificación para el GP de Arabia Saudí se espera sumamente reñida.