La clasificación para Max Verstappen no ha ido mal en términos de posición de parrilla. Un P4 lo deja inmediatamente a la caza y captura de los pilotos de Ferrari. Y con todas las posibilidades de pelear junto a su compañero Sergio Pérez por la victoria del Gran Premio de Arabia Saudí este domingo.
El neerlandés de Red Bull se mostró ciertamente inconforme con su rendimiento durante el transcurso de la Q3. Presumiendo altamente una falta de ‘grip’ en sus neumáticos blandos durante el ultimo tercio de la jornada.
Max recalaba estas sensaciones al hacer un paralelismo con lo obtenido durante las dos tandas de clasificación respectivamente:
«La Q1 y Q2 fueron muy bien. Incluso en mi última vuelta después de la larga bandera roja, salí con ese viejo set y se veía muy bien. Así que me sentí muy cómodo al entrar en la Q3. Pero luego puse el primer juego de neumáticos y no tenía agarre, me sentía como si estuviera conduciendo con un neumático diferente.
En cada curva, solo perdía una o dos décimas mientras hacía la misma preparación y todo, así que realmente no entiendo qué salió mal allí. Y el segundo juego de neumáticos, después de un descanso tan largo, debido a la bandera roja, todo se enfría: ambiente, pista, por lo que hay una gran progresión en la pista.
Pero para mí, sentí que en realidad me estaba volviendo más lento. Así que eso es algo que es muy extraño».
Sobre su posición de largada y las posibilidades de ganar mañana en Jeddah, Max aseguró:
«No es el fin del mundo».
A pesar que Verstappen no se sinitó cómodo con el auto, su compañero Sergio Pérez obtuvo la pole. Lo que le da buenas sensaciones para la carrera:
«Estoy feliz por Checo. Se lo merece. Así que veremos mañana. Creo que nos vemos bien. También tenemos una buena velocidad máxima. Y espero, por supuesto, que podamos usar eso mañana».
Situación bastante peculiar la que expone Max al decir que cada vez se sentía mas lento y que la Q3 fue un panorama completamente diferente a lo visto antes. Por el momento no hay ninguna confirmación de que se trate de alguna falla mecánica ni nada, y aparentemente no la hay.
Lo cierto es que durante el accidente de Mick Schumacher estuvieron camiones de la organización limpiando la pista por el golpe del alemán, cambiando posiblemente las sensaciones del neerlandés con el asfalto Saudí. Quedarán por realizar los controles rutinarios al RB18 para descubrir y mitigar posibles inconvenientes.