Inicio con el pie izquierdo para McLaren en la jornada de pruebas en el circuito de Bahréin. Para empezar, Daniel Ricciardo se reportó enfermo por lo que tuvo que ser reemplazado por su compañero Lando Norris.
El mal augurio se confirmó apenas unas horas después de iniciada la jornada, cuando Norris tuvo que abortar una tanda larga con tanques llenos debido al sobrecalentamiento de su sistema de frenado.
En su turno de presentarse en el corralito de los medios, el joven británico señaló su disgusto con el día de trabajo:
“Creo que, en general, no fue el día que queríamos. Empezó con que tuve que hacer todo el trabajo del día, Daniel no se sentía bien, así que decidimos que yo lo hiciera todo. Era más fácil así.
Pero tuvimos bastantes problemas con el coche y nos tomó mucho tiempo resolverlos, eso limitó mucho el número de vueltas”.
Con su característico lenguaje corporal, que en esta ocasión mostraba su disgusto, Norris contó de su sentir en la cabina:
“Un poco frustrante, porque aquí es todo lo contrario a Barcelona, queríamos tratar nuevas cosas y entender lo más posible las diferencias. Sobre todo porque la pista es mucho más áspera y necesitamos ver cómo se comporta el auto. Pero hubo muchos problemas que nos detuvieron”.
Al preguntarle cuáles habían sido las dolencias del monoplaza, fue muy franco:
“Fueron problemas con los frenos, tan sencillo como eso. Exactamente qué, no estoy seguro, pero la temperatura era uno de los detalles.
Simplemente no pudimos hacer las tandas largas. Vamos a tratar de arreglarlo, pero no va a ser tan sencillo, así que a ver como nos las arreglamos”.
El equipo de color papaya tendrá que redoblar esfuerzos para recuperar la buena forma que había mostrado en Barcelona. Su total de rodaje del día apenas acarició las 50 vueltas.
Parece que el desierto le ha ganado la primera partida.