Ha sido para todos una sorpresa ver al equipo Mercedes tan atrás en las primeras fechas de la temporada 2022 de la Fórmula 1. El siete veces campeón del mundo Lewis Hamilton ha sufrido más. Mientras que su nuevo compañero George Russell ha conseguido mantenerse en el top 5 en las cuatro carreras que van hasta la fecha.
Sin embargo, el rendimiento del W13 ha dejado mucho que desear. Tras dominar la era híbrida, el cambio de normativa dejó a Mercedes en una situación indeseable para todos en el equipo.
Andrew Shovlin, director de ingeniería del equipo de Brackley, se muestra motivado intentando resolver el problema de porpoising que ha presentado su monoplaza:
“Sabemos dónde estamos en este momento. Sabemos la brecha que debemos recortar para llegar a donde queremos estar. Pero como equipo, estamos muy centrados en el desafío de ingeniería que tenemos por delante, que es muy interesante. Son problemas nuevos para nosotros, ahora debemos superarlos y comprenderlos”.
Pero, a pesar de estar trabajando, el ingeniero asegura que el camino aún es incierto:
“Día a día creo que estamos avanzando, estamos aprendiendo más sobre ello. Y, con suerte, pronto, tal vez en Miami, podamos montar algunas de las nuevas piezas en el coche y, con suerte, nos dará una indicación de si nos estamos moviendo en la dirección correcta”.
@MercedesAMGF1
También confía en que las actualizaciones que puedan llevar a Miami, les den una idea de la ruta a seguir para corregir el porpoising que ha mermado el resto del trabajo aerodinámico del W13:
“No esperamos resolver este problema de la noche a la mañana. Pero si podemos tener una pista de que vamos en la dirección correcta, de que realmente llegamos al fondo de lo que está pasando, entonces estaremos muy contentos.
La única realidad es que ahora mismo no podemos trabajar con el auto como lo diseñamos. Tenemos que trabajar con más altura. Al tener esa configuración perdemos gran parte de nuestro rendimiento. Aunque eso también podría ser así en casi todos los autos de la parrilla en estos momentos, ya que somos muchos los que sufrimos este problema”.
Según Shovlin, ese es el punto clave para conseguir dar el salto en rendimiento:
“Gran parte del trabajo que se ha realizado en Brackley ha sido para comprender el fenómeno y si podemos controlarlo. Cuando Toto habla de encontrar la llave, a lo que realmente se refiere es: ¿Hay alguna solución aerodinámica que podamos montar en el auto que haga desaparecer este problema?
Ahora, siendo realistas, creemos que esto será algo que abordaremos paso a paso, en lugar de hacer un gran movimiento con en el que todo se acabará, pero estamos viendo señales positivas. Como dije, esperamos traer piezas para el auto tan pronto como podamos. Tal vez incluso lleguen en Miami, donde creemos que podemos empezar a ver avances al respecto”.
El director del equipo Toto Wolff, también confía en que el auto tiene potencial. Esto, si logran dejar de lado el problema del porpoising:
“Creemos que la ciencia que estamos aplicando en este momento nos ayudará a que el auto corra más bajo. Es donde creemos que tenemos lo mejor de la aerodinámica, pero no hemos sido capaces de desbloquearlo debido que el auto toca el suelo.
Si somos capaces de solucionar eso, significa que hay bastante tiempo por vuelta que podemos encontrar. Si no, necesitamos tener otra idea”.
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Para Wolff el problema es muy claro. Pero la solución no es tan clara:
“La cuestión fundamental que, en cierto modo, lo eclipsa todo, es que nuestro auto tiene más porpoising que los demás. Debido al rebote, no podemos hacer funcionar el auto como debería. Eso tiene enormes ramificaciones en la puesta a punto, en el agarre de los neumáticos, etc, etc, etc.
Por lo tanto, una cosa está interrelacionada con la otra. Creo que, si conseguimos controlar el porpoising, conseguiremos mucho más en términos de rendimiento del auto. Si no lo conseguimos, hay vías de desarrollo más convencionales que aún no hemos probado. Quiero que nos demos el tiempo necesario para tomar esa decisión”.
Por lo que se ve, Mercedes aún no tiene un camino claro. Sin embargo la capacidad del equipo alemán es enorme. Así que la llave que resuelva el problema puede estar a la vuelta de la esquina.
Sin embargo, sus rivales están ganando ventajas en desarrollo, mientras que el equipo de Brackley se enfoca en resolver algo que la mayoría tiene controlado.
Claro está que nunca se puede descontar a Mercedes, pero también cuenta la situación interna. Lewis Hamilton se ha mostrado molesto, el equipo intenta mantener la cordialidad y las apariencias ante todos. Y George Russell sigue calladito y de bajo perfil sacando ventaja a su primer rival.
