Sergio Pérez viene avisando desde el principio del año que esta sería una temporada muy grande para él. Primero comentó que su motivación estaba en todo lo alto. Después declaró que se había adaptado al equipo de muy buena manera, que ahora sabía cómo aprovechar todos los recursos que Red Bull ha construido a lo largo de los años y lo ha mostrado.
Hace pocas semanas anunció que más que hacer una buena temporada, su objetivo era claro: ser el campeón del mundo. Todavía no secaba la tinta de las notas criticando a Pérez por sus grandes diferencias en calificación con su coequipero Max Verstappen, cuando se colocó apenas 2 décimas de distancia en la primera clasificación del año.
Si bien el resultado en Sakhir no fue nada menos que decepcionante, el de Guadalajara no tuvo nada que hacer para evitar que su unidad de potencia se detuviera en la última vuelta mientras se encontraba en tercera posición.
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La Q3 de la Clasificación en Arabia Saudí, por otra parte, dejó a sus críticos y sus seguidores boquiabiertos por igual. Checo lograba no solo vencer a Max Verstappen por primera vez en el año, sino que conquistaba la primer Pole Position de su carrera. La hasta ahora única de un mexicano en la historia y la primera de un latinoamericano desde el GP de Austria de 2014.
La realidad es que el 4° puesto de Jeddah fue muy pequeña recompensa de las acciones de Pérez en la pista. Sin embargo, las repercusiones de su incremento en competitividad en relación al campeón del mundo, su coequipero Verstappen, no han pasado desapercibidas, en ninguna escena.
Quizá la más importante es la evaluación dentro de su equipo. Es muy posible que no haya nadie más duro ni franco en el paddock de la Fórmula 1 que el austriaco Helmut Marko, Asesor ejecutivo de Red Bull Racing y amigo cercano del dueño del equipo, y del emporio Red Bull, Dieter Mateschitz.
Cuestionado por los medios alemanes sobre la paridad de los pilotos de Ferrari y de su propio equipo, Marko sorprendió a todos:
“Creo que con Pérez hay dos cosas. Primero, el coche se adapta más a él y se siente más cómodo. Y en segundo lugar, el equipo lo conoce mejor. Su ingeniero de carrera ha crecido mucho también, tienen más confianza, más conocimiento mutuo y en general, estamos muy contentos de que se haya producido esta evolución”.
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Aprovechó para espolear ligeramente al español Carlos Sainz que parece por detrás en cuanto a ritmo que su compañero:
“Si ves a todos los equipos, ha cambiado mucho. Algunos pilotos se han acercado más, con Ferrari, pasó lo contrario. A Sainz, desde los test, y ahora en carrera le están faltando unas 3 o 4 décimas. Eso es una desventaja para nosotros porque creíamos que le quitaría puntos a su compañero. No es el caso en este momento. Sainz es un hombre inteligente y rápido. Supongo que solucionará las cosas como corresponde y se hará más fuerte.”
Estas palabras se producen justo en el momento en que ninguno de los dos aludidos cuentan con la renovación de su contrato; en medio de la lucha con Ferrari y después de dos rondas de pelea en la pista entre Verstappen y Charles Leclerc.
Sergio Pérez puede consolidarse como un factor desestabilizador en esta lucha ya veremos si su más grande sueño pueda materializarse y veamos a más de 2 pilotos peleando por la corona del 2022.
El GP de Australia recibe así un bono de expectativa, ¿Podrán los llamados segundos pilotos de Red Bull y Ferrari sumarse a la lucha por las victorias?
Los más grandes beneficiarios de una lucha múltiple por el campeonato del mundo seríamos los aficionados.
