La Fórmula 1 ha puesto en los eventos realizados en los Estados Unidos su esperanza de que la categoría por fin conquiste al mercado más grande del mundo. El potencial de crecimiento es incalculable.
El simple hecho de utilizar nuevos medios como las redes sociales, servicios de streaming como Netflix, con la serie Drive to Survive, por ejemplo. Y el permitir la utilización de la marca ‘F1‘ en video han desatado su popularidad.
Pero todo ello puede pender de un hilo. Vecinos de Miami Gardens, liderados por la ex comisionada del condado de Miami – Dade, han presentado una demanda para evitar la celebración de la Carrera.
Como reporta el afamado medio local Miami Herald, los vecinos establecen en su querella que la contaminación acústica que la carrera provocaría alcanzaría niveles intolerables de ruido:
«Se esperan niveles de sonido superiores a los 100 decibeles. Estos acarrearán graves trastornos y daños físicos a los residentes de Miami Gardens”.
Esta situación deja muy poco tiempo de respuesta a las autoridades del condado, quienes ya han expresado su frustración. Específicamente Alan Fine, juez de distrito encargado de analizar la demanda.
Él mismo respondió vía telefónica al rotativo:
“Muchos tribunales antes que yo se han abstenido de actuar sobre una acción de gobierno la cual aún no se ha emitido. ¿Por qué no esperar a que la ciudad otorgue el permiso para realizar eventos especiales, o no, para presentar la demanda?
Lo anterior hace precisamente referencia al hecho que el condado no ha concedido el permiso especial a los organizadores para realizar la carrera.
Faltan 3 escasas semanas para el evento, y no se ve cómo pueda resolverse todo. Es necesario que los organizadores reciban la respuesta de la ciudad, para que después se desahogue la querella de los vecinos. El resultado puede comprometer la realización de este evento, programado para el 8 de mayo.
El potencial escándalo tendría consecuencias nefastas. Sólo hace falta recordar las funestas consecuencias de la farsa de la carrera del 2005 en Indianápolis. El escándalo de los neumáticos dañó la imagen de la categoría por más de una década.
Por ahora sólo queda esperar para ver qué resuelven las autoridades en Miami, pero el tiempo sigue corriendo.