No está siendo un comienzo de campaña tranquilo para el equipo francés. Aunque da la sensación, de que Alpine ha dado un paso adelante en cuanto a rendimiento puro, esta sensación no se está viendo reflejada en resultados.
Tras las dos primeras carreras de la temporada, el equipo ocupa la cuarta posición en el campeonato con 16 puntos. Tras lograr con sus dos autos en Bahréin y con Esteban Ocon en Jeddah. Si nos referimos al campeonato de pilotos, nos encontramos a Ocon en la sexta posición con 14 puntos, y a Fernando Alonso en la 13ª con dos.
Pero más allá de los resultados, el talón de Aquiles de los franceses está siendo la fiabilidad.
Especialmente si nos referimos al caso de Fernando. Tras la novena posición lograda en la primera carrera, los ingenieros de Alpine descubrieron un problema en la unidad de potencia del A522 del asturiano. Esto provoco enviar ese motor de vuelta a la fábrica para un análisis más detallado y montar para el fin de semana de Arabia Saudí un segundo motor. Pero por desgracia las cosas no mejoraron.
En esa misma cita, ese segundo motor provoco el abandono del asturiano. Ahora, hemos sabido que la falla vino provocada por un fallo en la bomba de agua del motor. La noticia ha llegado confirmada por Laurent Rossi, director ejecutivo de Alpine.
«Hemos encontrado rápidamente el problema. No es el motor, directamente sino la bomba de agua. Esto provocó un problema de refrigeración y después una serie de acontecimientos. El motor se enfriaba menos, el aceite se calentaba. Lo que creo más problemas».
Rossi quiere quitarle hierro al asunto y espera que para la cita de la próxima semana en Melbourne, el tema esté solucionado:
«Espero que se corrija para Melbourne. Este es un problema de juventud con los nuevos componentes que están funcionando por primera vez y que aún no hemos tenido la oportunidad de validar todos. La ventaja es que no es un problema ni estructural ni intrínseco. No se debe cuestionar el motor en sí, su diseño o las elecciones arquitectónicas realizadas, porque el motor hace lo que se espera de él.»
Pero las malas noticias, llegan cuando el mismo, confirma que el español se verá obligado a tener que montar una nueva UP la próxima semana. Esto supondrá montar la tercera unidad de potencia en tan solo tres carreras. Cuando precisamente, tres unidades es el tope establecido para toda la temporada:
«El problema es que la bomba de agua está integrada en el motor. La bomba de agua terminó desintegrándose y cayendo en el motor. Si hubiéramos querido repararlo, habríamos tenido que romper el sello, así que el motor está perdido para nosotros. Aunque su integridad no se vea directamente afectada, para nosotros es un motor menos».
Sin duda muy malas noticias, porque cualquier nuevo cambio de motor para Alonso, significaría penalizaciones en parrilla. Algo que llegará de buen seguro y apostaría que más de una vez de aquí al final de año.
Eso sí, aún desconocemos, si el motor retirado tras la primera carrera, podrá ser reutilizado de cara al futuro, lo que supondría un pequeño respiro.