Tercera cita del año, y tercera decepción en el seno de Mercedes. El equipo alemán, sigue muy lejos de la cabeza, y aunque parece que han dado un pequeño paso adelante en cuanto a rendimiento, queda claro que aún están muy lejos de poder, al menos, luchar por las plazas más alta de la clasificación.
Hoy lo hemos vuelto a ver en la lucha por la pole del Gran Premio de Australia. Si bien Lewis Hamilton ha logrado colocarse quinto al final de la Q3, el ritmo de las estrellas plateadas sigue estando muy lejos de la cabeza. Y lo peor para ellos, es que parece que la cosa no va a mejorar mucho al menos, en un corto espacio de tiempo.
La decepción de Hamilton es clara, y a pesar de hoy conseguir el 5º mejor crono, el siete veces campeón del mundo, siente que no han logrado ningún progreso respecto a las dos primeras carreras.
“No, no. No hemos hecho ningún progreso. Hay un Ferrari que debería haber estado delante de nosotros, por lo que estoy agradecido por haber ganado esa plaza. Pero no hemos hecho ningún progreso».
Lewis asegura que no pierde la esperanza, y espera que las cosas mejoren poco a poco:
«No sé lo que viene todavía en las próximas carreras. Pero estoy muy, muy esperanzado. Sé que todo el mundo está trabajando muy duro, pero hemos tenido tres carreras y ningún avance en esos tres grandes premios.
Realmente espero que durante esta próxima semana podamos obtener toda la información posible de la carrera de mañana y que seamos capaces de averiguar de alguna forma cómo podemos arreglar algo para la siguiente cita».
El famoso «porpoising» está siendo un verdadero dolor de cabezas para ellos. Hamilton reconoce que es lo peor es estos momentos:
«Esa es la peor característica que he experimentado en el coche. Y no podemos deshacernos de él en este momento. Estamos trabajando duro para mejorar eso, pero de momento no hemos conseguido ningún avance.»
Veremos cómo le van mañana las cosas a Lewis y George Russell, pero de momento, está claro que la cosa no pinta nada bien.